jesusJunto a Jesús, queremos transitar el camino que nos lleva hacia la Pascua. Y seguramente, no queremos quedarnos solo en un "recorrido turístico" por los principales acontecimientos de la Semana Santa, sino profundizar sobre el misterio de la pasión de Nuestro Señor y vivificar nuestra fe renovada en el gozo que nos da la certeza de saber que Cristo ha vencido a la muerte y nos salva.

Autor: Jorge A. Blanco 
Departamento de Audiovisuales Editorial SAN PABLO
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En memoria suya

"Juan Pérez, un hombre común como cualquiera de nosotros, iba caminando por el centro de la ciudad, compenetrado en sus problemas.

Estaba tan metido en si mismo que, a pesar de estar rodeado de mucha gente (que también caminaba con sus problemas a cuestas por la ciudad), no veía a nadie porque no miraba a su alrededor.

Como iba tan distraído en sus cosas, cruzó una calle sin mirar y un auto se le fue encima pues no tuvo tiempo de frenar. Fue un instante, pero durante ese segundo que reaccionó viendo al coche que lo iba a atropellar, Juan se vio cercado por la muerte. Pero, en lugar de recibir el golpe mortal, sintió, en el momento justo, un empellón que alguien le dio por la espalda y lo hizo caer a un costado de la calle. También escuchó el grito de quien lo había empujado. Temiendo lo peor, giró la cabeza y vio a quien había ocupado su lugar para salvarlo, atropellado por el auto, tirado en el piso casi muerto.

Enseguida, se juntó mucha gente y llegaron los médicos que decidieron su traslado en ambulancia a una clínica parta intentar lo imposible: impedir su muerte.

Juan, atormentado, acompañó a su salvador en la ambulancia, pero las cartas ya estaban echadas y su fin era inminente. Averiguó que su nombre era Emmanuel y pidió por favor que le dejaran hablar con él aunque más no fuera un instante. Se lo permitieron.

Con lágrimas en los ojos, Juan le agradeció y le preguntó si tenía algún mensaje para los suyos. Emmanuel en su último momento de lucidez y con la voz quebrada, respondió que quería que su familia se juntara para rezar, aunque sea una vez por semana, y que lo hicieran en su memoria. Después de decirlo, se murió.

Juan Pérez no paraba de llorar y reconocía en su interior a ese hombre que por estar atento y dispuesto a los demás, había logrado salvarlo, dando su vida, ocupando su lugar, muriendo por él.

Su muerte, había permitido la vida, y Juan se dio cuenta que ese día había nacido de nuevo, y se propuso cambiar, en reconocimiento al ejemplo de Emmanuel.

Y comenzó transmitiendo el mensaje que éste le había encomendado, haciéndolo en memoria suya...."

(Del libro "El Dios escondido", José Manuel Balabanian, SAN PABLO)

Para orientar la reflexión personal y grupal:

-¿Encontramos en los sucesos de este relato un paralelismo con los sucesos y el mensaje del misterio pascual de Jesús?

-¿No sentimos similares a Juan Pérez en algún aspecto? ¿Cuál y por qué?


-¿Cuál fue el pedido expreso de Emmanuel antes de morir? ¿En qué se asemeja al mensaje de las celebraciones del Jueves Santo?


-¿Qué interpretación podemos hacer de la actitud de donación y entrega de Emmanuel, respecto a lo vivido el Viernes Santo? ¿De qué modo creemos que podemos imitarlo en nuestra vida cotidiana?


- Juan Pérez se propone un cambio en su vida desde lo vivido, y la Vigilia Pascual del Sábado Santo nos anuncia la alegría de la resurrección y nos invitará a "revestirnos del hombre nuevo"... ¿Qué creemos que debemos cambiar en nuestra vida a partir de esta Pascua?


-El relato culmina describiendo la actitud posterior a los hechos, de nuestro personaje Juan. ¿Cuál debería ser la nuestra el Domingo de Pascua?

Te dejo una última inquietud... ¿te animas a comentarnos brevemente, de que modo crees que debemos y podemos expresar y contarle a nuestra gente que Cristo ha resucitado?