Existen una gran cantidad de recursos o procesos didácticos que pueden potenciar las habilidades y creatividad de tu equipo para la generación de una lluvia de ideas.

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Utilizar e incorporar estos elementos a tu rutina laboral puede significar grandes beneficios para tu compañía.

Ademas de ayudar a tus colaboradores a afinar sus procesos, la lluvia de ideas puede ser una excelente fuente de innovación para refrescar tus estrategias y ayudarte a conseguir los objetivos que deseas.

Fomentar una cultura que aliente los procesos creativos tales como la lluvia de ideas te ayudará, entre otras cosas, a generar un clima laboral favorable para desarrollar y ayudar a tus colaboradores a centrarse en el trabajo que más importa.

Qué es una lluvia de ideas

Cuando se habla del concepto de lluvia de ideas, se hace referencia a un proceso didáctico práctico a través del cual se busca incentivar la creatividad mental en torno a un tema en específico.

Sí, como su nombre lo indica, una lluvia de ideas pone de manifiesto un proceso donde se busca un pensamiento rápido y espontáneo para verter las ideas de cada uno de los participantes y relacionarlas con un tema previamente definido.

Cada día es más común que los espacios de trabajo incorporen nociones de procesos colaborativos y creativos para reforzar el trabajo en equipo.

La noción de lluvia de ideas encapsula en su ser varios puntos clave para fomentar la participación en los espacios de trabajo, ayuda a democratizar la información y amplía la comunicación entre colaboradores.

Como dice el viejo refrán: Dos cabezas piensan mejor que una.

Ahora imagina el potencial de tus colaboradores trabajando al unísono: serían imparables.

Resolver un problema mediante estrategias creativas como la lluvia de ideas no sólo se reflejará en una mejora de tus procesos internos; además, contribuirá a generar una visión holística de un tema en particular.

Al involucrar a distintas áreas en la resolución de un tema (a través de un proceso creativo como el sugerido con la lluvia de ideas) se logrará brindar una solución que abarque un gran número de segmentos.

La contribución de todas las áreas generará un resultado que englobará la mayor cantidad posible de puntos de vista, robusteciendo la propuesta de esta forma.   

Este proceso, menos estructurado y rígido que otras herramientas didácticas, permite generar soluciones aplicables a los procesos o resultados de la compañía.

Por ejemplo, tal vez se busca mejorar el proceso de facturación de una empresa de retail.

Si bien es fundamental escuchar la retroalimentación del área en cuestión, es igualmente importante atender las necesidades o puntos de vista de los vendedores, como del transportista y de la dirección de la empresa.

Generar una lluvia de ideas con un representante de cada una puede poner de manifiesto procesos, necesidades o acciones que no se tenían contempladas e incorporarlas al plan.

Cómo empezar la sesión de lluvia de ideas

Para empezar necesitarás lo siguiente:

  • Plantear las reglas

  • Conocer el problema que deseas resolver

  • Ubicar el mejor espacio para la dinámica

  • Elegir  a los participantes

  • Plantear las reglas

  • Dejar salir tu creatividad

Si bien la lluvia de ideas incorpora distintas técnicas para lograr sus objetivos, es común que dicho ejercicio didáctico presente algunas barreras o limitantes que pueden convertirse en un problema si no se resuelven adecuadamente.

Técnicas para generar lluvia de ideas

Puede parecer curioso que, para desarrollar un recurso didáctico apegado a la creatividad, como lo es una lluvia de ideas, se utilicen tácticas o estrategias que ayuden a fomentar la participación o dinamizar la estructura del ejercicio.

Todo tiene un fin, en este caso no es diferente.

Dependiendo de los objetivos que hayas planteado antes de empezar la dinámica, los siguientes recursos pueden ayudarte a llegar a ellos.

Por más increíble que parezca, miles de colaboradores pueden enfrentarse a grandes barreras al expresarse a través del ejercicio de lluvia de ideas. 

Aquí reside la importancia de conocer a tu equipo (sus fortalezas, virtudes y debilidades) y acercar las mejores soluciones para auspiciar el correcto desarrollo de la dinámica.

¡Sí! Es totalmente válido modificar o especializar los ejercicios didácticos con base en la conformación del grupo de colaboradores que participará.

Al contrario de lo que se podría suponer, esto puede representar el éxito o fracaso de la dinámica.

Una lluvia de ideas flexible funciona mejor que un ejercicio totalmente estático donde los participantes parecen estar atados por la soga de la formalidad.

1.- Establece los objetivos

Por supuesto que este paso es fundamental.

Previo al inicio de la lluvia de ideas, establece cuáles serán los objetivos del juego. Procura elegir metas medibles, esto te facilitará las cosas al momento de comenzar a observar tus resultados.

Por ejemplo, si tu empresa se dedica a la manufactura de ropa, puedes apuntalar tus objetivos hacia la generación de nuevas ideas para confeccionar un vestido.

El siguiente paso dentro de la lluvia de ideas sería definirlos, estos pueden ser: encontrar tres nuevas tendencias en vestidos, elaborar dos bocetos para una nueva marca o, incluso, establecer las bases de los siguientes diseños.

El límite lo defines tú: al final de cuentas, nadie conoce mejor tu compañía y objetivos.

Enuméralos, analízalos y elige los que mejor funcionen para abonar al éxito de la compañía.    

2.- Define tu tiempo límite

Todo en la vida tiene principio y final.

Es importante recalcar el papel del tiempo en una lluvia de ideas.

Delimitar un plazo de acción es un punto clave para el éxito de la dinámica.

Primero, te ayudará a acotar la participación de cada uno de los miembros.

En segundo lugar, te brindará una excelente referencia del marco de acción para tomar en cuenta el lapso de participación por el número de colaboradores.

Si tu actividad lo demanda, puedes establecer un cronograma de actividades que te ayude a cumplir con los objetivos en la lluvia de ideas. 

Calcula el tiempo de participación por cada uno de los colaboradores, las interrupciones, el número de temas a tratar, los espacios de participación colectiva y demás factores que puedan alterar el desarrollo de la dinámica y viértelos en una tabla para tenerlos en cuenta durante el desarrollo de la dinámica.

Una vez definidos los distintos aspectos de tu cronograma, viene la parte más importante: apégate a él y cumple con los parámetros establecidos.

En muchas ocasiones se pierden horas definiendo y estipulando cada segundo de la dinámica de lluvia de ideas, pero de nada sirve si dichos tiempos no se respetan.

A pesar de que pueden existir variaciones o ligeros ajustes al cronograma, es importante que se mantenga o se busque el mayor apego posible al calendario programado.    

3.- Define tu grupo

Elegir el grupo correcto de colaboradores para tomar parte en una dinámica como la de lluvia de ideas es uno de los factores más importantes para hacer de tus ejercicios de creatividad un éxito.

Está bien que quieras que toda la organización participe, pero no siempre es posible.

Los objetivos de las sesiones serán los que te ayudarán a definir qué perfiles de colaboradores necesitas.

Es decir, si la lluvia de ideas busca nuevas soluciones para el área de comunicación, será necesario que los involucrados tengan conocimientos respecto a los requerimientos del área, con el fin de que puedan participar activamente en el ejercicio.

Otro ejemplo es si el área de recursos humanos busca nuevas formas de generar atracción de talento: fundamental contar con varios puntos de vista para aprovechar la experiencia de todos en pro de un objetivo.

Así, tu grupo se podría componer a partir de las cualidades que cada uno de los colaboradores seleccionados pone en la mesa.

Un manager de comunicación aportará ideas para transmitir de mejor manera el mensaje.

Algún miembro del área contable podrá ayudar a integrar los mejores pasos para el proceso de contratación.

Algunas personas del departamento de recursos humanos podrán establecer las características para atraer a los mejores candidatos.

En muchas ocasiones la correcta selección del grupo de trabajo es lo que puede asegurar el éxito o fracaso de la dinámica. Acota y selecciona.

4.- Elige un moderador

Si bien la lluvia de ideas es un ejercicio que permite ampliar participación de los colaboradores, es igualmente importante contar con un conductor que sirva de guía para la dinámica.

Esta figura de moderador ayudará a encaminar la dinámica de lluvia de ideas hacia resultados tangibles.

Su papel no consiste únicamente en regular la participación; además, es el encargado de orientar a los participantes y seleccionar las mejores propuestas para incorporarlas al plan.

El papel de moderador también representar un punto de inflexión en el desarrollo de la lluvia de ideas. 

El correcto desenvolvimiento de sus funciones puede solventar en gran medida las dificultades o problemas que se presenten a lo largo de la dinámica. 

El moderador debe ser consciente de los retos que se presentan en la lluvia de ideas, así como de los objetivos de la misma.

Es importante que conozca a fondo las diferentes actividades que cada uno de los participantes desarrolla y cómo pueden aportar al ejercicio.     

5.- Lluvia de ideas inversa

Invertir los papeles es una excelente idea para sacar todo el lado creativo de tus colaboradores.

Normalmente se pide a los participantes hacer una lluvia de ideas para resolver un problema o brindar soluciones respecto a una cuestión específica.

Si bien estos ejercicios tienen un gran poder para analizar el problema, también pueden servir para detectarlo.

Ahora, si lo que quieres es propiciar una situación dentro de la compañía, una de las mejores herramientas a tu disposición es una lluvia de ideas inversa.

En estas sesiones se pide a los colaboradores concentrarse en un caso y brindar formas extraordinarias para causar un problema.

Tranquilo, no quiere decir que tu compañía se va a llenar de preocupaciones.

Al contrario, causar un problema es el principio para prever las acciones que lo resolverán.

La estrategia de lluvia de ideas inversa es una excelente forma de activar a tus colaboradores para afrontar situaciones futuras o prepararse para los retos que siempre planeta el mercado laboral.

La gestación de un problema como parte de tu estrategia te mostrará la manera en que tus colaboradores reaccionan frente a un reto y los diferentes acercamientos que cada área tiene respecto a un punto en particular.

Con esta técnica de lluvia de ideas inversa podrás diseñar o redefinir una cierta estrategia y preparar a tus colaboradores para afrontar futuros retos.

6.- Mapa mental

Si lo que quieres es mejorar tu proceso de lluvia de ideas, puedes valerte de la utilización de mapas mentales para representar visualmente los procesos e ideas que nazcan de la dinámica.

De manera básica, lo único que debes de hacer es dibujar imágenes que te ayuden a relacionar las ideas entre sí.  

Para comenzar puedes escribir tu objetivo o problema a resolver.

Déjalo en claro y en un lugar que sea de fácil acceso para los participante, por si alguno olvida cuál es la cuestión que están tratando de resolver.

En realidad, solo necesitan un pedazo grande de papel y plumones o marcadores de distintos colores para dar vida a las ideas que los participantes generen durante la lluvia de ideas. 

Una pista, debido a la popularización de estos recursos, ahora puedes encontrar diferentes herramientas online que te ayudarán a elaborar diversos mapas mentales.

Si bien en este artículo se fomenta la utilización de recursos creativos, también se vale ser práctico cuando la ocasión lo amerita.

Las opciones son tuyas, elige la que mejor vaya con tu compañía.

7.- Análisis SWOT

La metodología del análisis SWOT puede traer cientos de beneficios a tu organización. Este método te ayudará a conocer las fortalezas que tus colaboradores ven dentro de la compañía.

Por sus siglas en inglés SWOT significa:  

Strengths: Identifica las fortalezas de tu equipo de trabajo, así como de cada área que integra la organización.

Weaknesses: Conoce los puntos débiles de tu estructura y cómo apuntalar los cimientos de la empresa para convertir sus debilidades en nuevas fortalezas.

Opportunities: Sé consciente de la ventana de oportunidades que una situación representa e incorpora como parte de las soluciones de los problemas.   

Threats: No obvies las amenazas que puedan existir en torno a tu compañía. Tus colaboradores pueden ser los principales detectores de estas situaciones, consúltalos y aprende de lo que tienen que decir.  

Realizar un análisis SWOT como parte de una dinámica de lluvia de ideas, te brindará la posibilidad de conocer qué piensa cada uno de los participantes respecto a los procesos, organización y actividades que la empresa realiza.

Toma en cuenta que este análisis puede especializarse dependiendo el área o problema que se trate.  

8.- Juega a “Qué tal si...”

Si lo que deseas es resolver un problema a través de una lluvia de ideas, este es uno de los mejores recursos que puedes utilizar para dinamizar el ejercicio y asegurar mejores resultados.

¿Qué tal si jugamos?

Como lo puedes ver, esta técnica no es más que buscar soluciones a distintos escenarios. Por decirlo de una forma, es ponerse los zapatos de una diferente situación.

Además, es especialmente útil si tu equipo se encuentra atorado en algún punto de la dinámica de lluvia de ideas. 

Con su aplicación, te aseguras de brindar una oportunidad de repensar un escenario para dejar que las mejores ideas fluyan.

Muchas veces, tras estar un tiempo pensando o imaginando las soluciones a un problema, puede que tanto tú como tus colaboradores caigan en una grieta de falta de creatividad.

Para brindar una solución a estos momentos y tirar una soga para sacar a tu equipo adelante es importante incorporar elementos que fomenten el acercamiento desde un ángulo distinto.

No solo es una técnica, en realidad se trata de plantear un reto que te ayude a solventar un bloqueo creativo o de ideas.

Retar puede ayudar a sacar lo mejor de tus colaboradores y, por qué no, de ti.    

9.- Decir “no” es necesario

Seguro te pasó una situación similar alguna vez: estabas en una junta de trabajo para aportar ideas al nuevo plan y, de repente, alguno de tus compañeros tuvo la peor idea posible en el mundo.

Todos en la oficina se miraron los unos a los otros y pensaron: “Dios, qué pésima idea”.

No obstante esta situación, ¿te sorprendería que estas acciones representen una excelente oportunidad para conseguir una solución creativa?

En primer lugar vale decir que tener malas ideas es normal y, a veces, necesario.

Al final de cuentas, ¿cómo identificar las buenas ideas si no es en contraposición con las malas?

Lo importante no es que identifiques quién está aportando estas ideas; lo realmente valioso es saber aprovechar el output que suponen.

Así, lo realmente útil es valorarlas y aprender por qué no son una buena solución y decir no.

Deberás comenzar a dejar en claro cuándo una idea simplemente no funciona.

Esta racionalización te brindará la posibilidad de ahorrar tiempo en el proceso e identificar las partes más complicadas del problema.

10.- Crea obstáculos

¿Has escuchado de Spartan Race? Si no lo has hecho, te cuento rápido: es una carrera de obstáculos que pone a prueba y lleva al extremo las habilidades físicas de los participantes.

Esta modalidad de competición se ha vuelto extremadamente popular en los últimos años.  

Al igual que estas competencias, el colocar obstáculos en un dinámica de creatividad es una gran forma de asegurarte que cada uno dé lo mejor de sí mismo.

A diferencia de lo que muchos podrían pensar, esta técnica no vuelve tediosa o menos productiva tu sesión de lluvia de ideas.

Al contrario, ayuda a fomentar las ideas creativas e invita a los participantes a buscar distintos acercamientos al problema.

¿Cómo puedes hacerlo?

Sencillo.

Por ejemplo, si el fin de tu lluvia de ideas es crear una nueva estrategia de comunicación para un nuevo producto; uno de los obstáculos que podrías poner es que no se puede mencionar una o varias palabras.

También puedes limitar la paleta de colores de la marca o acotar los elementos que pueden componer el logo.

Cada uno de los obstáculos que incorpores te acercará a tener un resultado único y específico en esta nueva forma de aproximarte a la lluvia de ideas. 

11.- Utiliza materiales didácticos

No todas las lluvias de ideas tienen que transcurrir de la misma forma.

Incorporar recursos didácticos a tu sesión te ayudará a mantener y centrar la atención de tus colaboradores.

Puedes valerte del recurso que consideres necesario, busca generar impacto visual, acerca elementos que despierten la creatividad en tus colaboradores (libros, papel, colores, fotografías), cualquier elemento es bueno.

Valerte de recursos didácticos para la lluvia de ideas es una clara muestra que el fin último de la sesión es despertar el lado creativo de cada uno de los participantes.

12.- El juego de las sillas

Seguro todos lo jugamos cuando éramos niños.

Los participantes se mueven al ritmo de la música alrededor de un número de sillas (siempre una menos que el número de participantes) y, cuando la música para, deben correr rápidamente para asegurar su lugar y continuar en el juego.

Este juego infantil puede ser incorporado, con algunas variaciones, como parte de una lluvia de ideas.

La dinámica es la siguiente: cada uno de los participantes coge un pedazo de papel y una pluma.

Al centro se pone un tema o problema a resolver; se determina un tiempo específico de tiempo, lo puedes hacer seleccionando una canción por participante; el tiempo de la canción será el que tengan los participantes para anotar su solución.

Al final, las hojas se leen en voz alta y, democráticamente, los participantes eligen las mejores; la que quede en último lugar, saldrá del juego y se continuará la dinámica durante la lluvia de ideas con los participantes restantes.

13.- Empatía

Uno de los recursos más importantes para que tu lluvia de ideas sea todo un éxito es generar empatía entre los colaboradores y el problema.

Si nadie tiene interés en resolver el tema, ¿qué soluciones te brindarán?  

14.- Uno a uno

Fomenta la participación ordenada de cada colaborador durante la lluvia de ideas. 

No hay nada peor que perderte en un mar de propuestas que no tienen principio ni final.

Generar un orden de participación es importante para asegurar el correcto andar de la dinámica.

Deja en claro cuál será el orden de participación y apégate a tu plan.

Si alguien quiere participar de forma repentina durante la lluvia de ideas no le niegues la oportunidad; asegúrate de brindar espacios de participación colectiva, además de los espacios individuales.   

15.- Juego de rol

Si un tema representa una gran complicación, una de las posibles soluciones puede ser asignar un rol a cada participante en la lluvia de ideas. 

Así, te aseguras el obtener diferentes resultados y opiniones a partir de la definición de funciones.

De igual forma, esta es una excelente manera de generar distintas perspectivas respecto a un problema y verterlas en una solución totalizadora que abarque diferentes caras de la situación.

16.- Propuestas anónimas

Si crees que tu lluvia de ideas no está teniendo el éxito que deseas porque los participantes no quieren compartir sus ideas, la solución es muy fácil: participar desde el anonimato.

Algunas de las mejores ideas suceden cuando los demás no saben que fuiste tú quien la propuso.

Para lograrlo puedes hacer que cada participante escriba su idea en una hoja en blanco y la deje dentro de una caja (que no sea transparente).

Después, una vez que haya concluido la dinámica de lluvia de ideas solo tendrán que leer cada una de las propuestas y elegir la mejor.

Tal vez nadie nunca sabrá quién la propuso, pero sí tendrás una solución gracias a este ejercicio.

17.- Lluvia de preguntas

Las mejores respuestas se obtiene a través de las preguntas adecuadas.

Esta máxima deja en claro que no solo es importante buscar soluciones, a veces a la verdadera riqueza se tiene al hacer la pregunta adecuada.

Una lluvia de preguntas, es una vuelta a la clásica lluvia de ideas.

A través de las dudas de los participantes se puede llegar a una gran solución.

18.- Calentamiento

Ya te lo dijo tu entrenador: hacer ejercicio sin un calentamiento previo puede tener graves consecuencias a la salud.

En este caso es lo mismo, la salud de la lluvia de ideas puede verse afectada si nadie está preparado.

Calentar significa, en este caso, hacer una ronda de práctica de cómo será la lluvia de ideas para asegurarte que todos los colaboradores están alineados y preparados para el momento que más importa. 

Puedes elegir un tema sencillo o dejar un tema libre para que elegir el que mayor comodidad genere.

19.- Aprecia lo bueno

No todas las ideas van a cambiar al mundo, eso es un hecho. 

Eso no quiere decir que no tengan algo valioso que ofrecer.

Valora las aportaciones de cada uno de los participantes y busca los puntos fuertes en sus opiniones.

Alentar a tu equipo es la mejor forma que tienes para brindarles la confianza de seguir participando y cerrarse a diferente respuestas.

Todos nos equivocamos, pero no hay mayor error que demeritar las opiniones de los demás.

4 ejercicios para generar lluvia de ideas

Ahora que ya tienes un panorama más claro respecto a cómo comenzar con tu lluvia de ideas, te recomiendo incorporar algunos de estos ejercicios para volver más dinámica la actividad.

- Garabatea

Muchas veces cuesta que la inspiración llegue hasta nuestra cabeza. Da un impulso a la creatividad a través de elementos que ayuden a liberar todas las ideas.

Garabatear puede que no parezca la mejor solución.

Pero ayudar a distraer la mente, es una excelente opción para dejar que las propuestas fluyan en la lluvia de ideas. 

Asegúrate de dejar hojas de papel y colores al centro de la mesa, no estipules un tiempo o momento preciso; deja que tus colaboradores elijan el momento que necesitan para interactuar con los elementos.      

- ¡Basta!

Una excelente técnica para hacer fluir las sugerencia durante la lluvia de ideas es jugar.

¿Alguna vez escuchaste del juego de basta? La idea es que los participantes compitan por solucionar una serie de conceptos en un tiempo límite.

Este ejercicio te ayudará a especificar los rubros que realmente quieres abordar durante la lluvia de ideas (debes definirlos con anterioridad) y encaminar a los participantes hacia su solución.

Establece un tiempo límite y que comience con el reto.

Por supuesto, el primero en terminar deberá gritar “basta” para que todos los demás se detengan.

Trabajar bajo este tipo de presión puede abrir brecha en generar nuevas oportunidades o aproximaciones hacia el tema.   

- Ruleta rusa

Antes que todo, asegúrate que no esté cargada el arma.

Ok, mejor evitemos el uso de cualquier tipo de armamento.

Jugar ruleta rusa no tiene que ser un acto mortal, en la versión para lluvia de ideas. 

Para incorporar este ejercicio a tu lluvia de ideas deberás otorgar un corto lapso de tiempo a cada participante para dar su idea, la que se encuentre más lejana al objetivo o no incorpore los elementos previamente señalados saldrá del juego.

Este método de descarte te asegurará ir puliendo la idea hasta contar con una propuesta sólida que incorpore distintos elementos y recoja parte de las propuestas que todos han vertido en el ejercicio.    

- Escalera

Generar una escalera de ideas es una de las formas más eficientes para definir una gran propuesta a partir de diversas ideas.

Puedes empezar con un pequeños escalón, el núcleo de la idea o las bases del ejercicio e ir escalando hasta delinear una estrategia completa.

Tú defines el alcance o profundidad que desees lograr, pero no te olvides que cada escalón debe sumar elementos para especializar la idea.