Плохое обращение с животными в Тайланде. Текст со словарем

Vocabulario

mochilero -  c походным рюкзаком

sobre la marcha - на ходу, сходу, по ходу

no nos comimos mucho la cabeza - мы не ломали голову долго 

A que - держу пари, что

sí o sí - точно, 100%

privarles ese derecho - отбирать у них это право, лишать

tacharla de mala gente - повесить ярлых плохого человека

ni mucho menos - никоим образом, совсем нет

Texto

Creo que Tailandia es el lugar donde más errores se pueden cometer en este aspecto. Primero, porque en Tailandia encontramos gran variedad de actividades que implican el maltrato animal y segundo, porque es un país muy turístico y suele ser uno de los primeros países del Sudeste asiático que visitamos los viajeros.

Al ser el primero, digamos que tenemos poca experiencia y sobre todo poca información al respecto. Por lo menos, eso es lo que nos pasó a nosotros. Visitamos Tailandia en nuestra luna de miel en el 2014 y lo hicimos después de pasar dos semanas en Japón. 

Con los preparativos de la boda y la organización del viaje a Japón, no tuve mucho tiempo para preparar el viaje a Tailandia. Había leído que era un viaje bastante mochilero y que se podía visitar sobre la marcha.

Unos amigos ya habían estado y nos dieron el contacto de la agencia con la que habían hecho las excursiones, por lo que no nos comimos mucho la cabeza y contactamos con ellos sin informarnos mucho más.

Pero antes de empezar con el tema propiamente dicho me gustaría realizar una reflexión al respecto. Con la palabra "turisteo" no quiero entrar en el eterno debate de «turista o viajero». Es un tema bastante cansino y me aburre.

Cada uno tiene que viajar como se sienta feliz. Da igual que seas turista o viajero, que viajes con maleta o mochila. Lo importante es que viajes como quieras, como tú más disfrutes y de forma que tú seas feliz. 

Hay ciertas visitas que son imprescindibles en un viaje y no por hacerlas son turistadas. Pongamos un ejemplo: ¿A qué, si viajas a París, vas a visitar la torre Eiffel sí o sí? Puedes salirte de la ruta marcada y visitar otros barrios de París menos conocidos, pero la Torre Eiffel es un imprescindible en tu visita a París. Da igual si eres un viajero o un turista. Lo único importante es disfrutar a tu manera, siempre haciéndolo de manera responsable. Y respetar el medio ambiente, la naturaleza, la cultura y tradiciones del lugar que visitamos.

 

El maltrato animal

El maltrato animal es algo que lamentablemente está presente en muchos de nuestros viajes. No solo se maltrata a un animal de manera propiamente dicha, mediante golpes y maltrato físico, sino también obligando a los animales a vivir fuera de su hábitat o realizando actividades que no les corresponden, algo que acaba marcando su vida. Eso es lo que yo no supe ver en este viaje.

Es cierto que, desde pequeños hemos visto a los animales en circos o zoos y pensábamos que era algo normal porque estaba socialmente aceptado. Pero la naturaleza de los animales salvajes es vivir en libertad y privarles de esa libertad es lo mismo que maltratarlos. Al principio, ni yo misma entendía el concepto porque lo veía como algo normal, pero a medida que he ido viajando e informándome, he entendido que los animales tienen el mismo derecho que nosotros a vivir y los humanos no somos nadie para privarles de ese derecho.

Cuando te caes, debes volver a levantarte. Y cuando cometes un error, lo mejor es ver siempre el lado bueno y aprender de lo sucedido para que no vuelva a ocurrir. Además, cuando comprendemos y aprendemos cosas, lo mejor es compartirlas con el resto de las personas.

Nuestra experiencia muchas veces puede servir de ejemplo y ayudar a otras personas, para que no cometan esos errores. No soy la más entendida al respecto, pero cometí mis errores y el haber aprendido tanto me lleva a contar mi experiencia, para ayudar a otras personas que me pueden estar leyendo. No me gusta la gente que critica a las personas que han cometido este tipo de error. Gente que está esperando el fallo de otra persona para tacharla de mala gente y aprovechar la situación para criticarla.

Pues realmente no me considero mala persona ni mucho menos, sino todo lo contrario. Todos cometemos errores y lo que hay que hacer es enseñar a los demás para que todos se conciencien. No criticar al resto para sentirte mejor que los demás. ¿Eso de qué sirve?

Lo que queremos es que no se cometan este tipo de maltrato, no competir por quién es mejor viajero o quién no ha cometido un error nunca. Como he dicho, nadie nace enseñado, aunque en este mundo de redes sociales haya mucha gente que se empeñe en creer que lo sabe todo.

 

Postureo y redes sociales

Lo que si espero es que todas esas personas que cuelgan sus fotos y critican a los que han cometido un error, hayan contribuido de corazón y no por postureo. El postureo que existe hoy en día en las redes sociales me preocupa. Parece que la gente solo hace lo que está de moda y se limita a criticar al resto sin darse cuenta de lo que importa de verdad.

Hablo en general, no conozco casos, ni mucho menos hablo de nadie específicamente, porque la verdad que nunca nadie nos ha criticado sin respeto. Lo que de verdad importa son los animales y personas que sufren el maltrato y el abuso del turismo masivo, en el que unos cuantos se llenan los bolsillos con negocios sin humanidad.

Debemos darnos cuenta y no contribuir a este tipo de negocios. Pero yo doy gracias porque tengo los mejores seguidores del mundo y nunca nadie me ha faltado el respeto, algo a lo que te expones en las redes sociales. Se aceptan críticas, pero siempre desde el respeto. La verdad es que de las críticas constructivas se puede aprender mucho también.

Lo mejor en estos casos es informarse bien antes de visitar los países.

En nuestro caso no lo hicimos y pagamos el precio, ya que no nos quedó ninguna turisteada por hacer en nuestro viaje a Tailandia. Para ello os recomendamos que siempre os informéis en FAADA, una asociación sin ánimo de lucro que lleva más de diez años luchando por los derechos de los animales.

El primero de los errores que cometimos fue visitar un centro de elefantes. El programa de excursión de nuestro primer día en Chiang Mai comenzaba con la visita a un centro de elefantes. Yo no me había informado sobre el tema y pensaba que me iba a dar miedo hasta acercarme a ellos. Pero no fue así, me parecieron adorables y accedí a dar un paseo montada en uno de ellos.

En ese momento me pareció divertido, pues desconocía que le estábamos haciendo daño al animal al aguantar nuestro peso. Pensaba que los elefantes podrían aguantar el peso, pero al tiempo me informé y me di cuenta de que el peso que pueden soportar es muy inferior al que realmente tienen que llevar constantemente día tras día.

Después, al leer más sobre el tema, descubrí las barbaridades y maltratos que sufren los elefantes para capturarlos y adiestrarlos. Es una verdadera atrocidad. Además, de las consecuencias que tienen para ellos estar todo el día aguantando el peso de los turistas.

Si bien es cierto que no me di cuenta en su momento del sufrimiento de estos animales cuando dimos un paseo sobre ellos, ni de las barbaridades que se cometen en estos centros, ya que evidentemente no las hacen delante de los turistas, lo que si me dio mucha pena fue el circo que montaban con ellos.

Me dio mucha pena verlos atados con cadenas, ver como jugaban a futbol o incluso pintaban un cuadro que luego vendían a los asistentes. Me pareció muy triste y estuve con el corazón en un puño durante todo el espectáculo.

El tema está tan de moda que muchos centros se han colgado el nombre de santuarios y alardean de ser centros de conservación de elefantes, cuando realmente no dejan de ser un negocio más, que se aprovecha de la situación para ganar dinero. 

La excursión al centro de elefantes incluía en el programa la visita a una aldea de "mujeres jirafa". Cuando llegamos al lugar, tuvimos que pagar la entrada allí mismo y no a la empresa de la excursión. Por ello, yo pensé que el dinero era para el pueblo y que estábamos contribuyendo a su desarrollo económico.

En el pueblo nos explicaron la tradición y cultura de la etnia de las "mujeres jirafa" y nos pareció muy curioso. Todas querían que nos sentáramos a hacernos fotos y sonreían ante la cámara. Fue al volver del viaje cuando me informé un poco sobre el tema, porque antes de ir nos sabíamos nada acerca de esta etnia y simplemente me limité a seguir el programa de la excursión.

Ahí fue cuando supe que las "mujeres jirafa" son una etnia exiliada de Myanmar que huyó del Gobierno militar de su país. Las tienen como mera atracción turística. Son personas cuya vida está vacía, se limitan a sonreír y hacerse fotos con todos los turistas que las visitamos. En nuestro viaje a Myanmar conocí el problema étnico del país y supe más acerca de la etnia de las "mujeres jirafa". Por lo que no volví a cometer el error de formar parte de este negocio. Una vez más la falta de información me jugó una mala pasada. Pero aprendí de los errores para no volver a cometerlos.

Otro ejemplo más de maltrato animal en Tailandia es el Tiger Kingdom en Chiang Mai. En este centro tenemos la oportunidad de ver tigres e incluso entrar en sus jaulas y hacerte fotos con ellos. De nuevo no sabía nada acerca de este lugar y me pareció alucinante poder tener un tigre tan cerca.

A la vuelta del viaje fue cuando empecé a ver información sobre este centro y la posibilidad de que estos animales estuvieran drogados. Desconozco si estos animales estaban drogados, ya que no soy una experta en este tema y no puedo dar mi opinión al respecto. Lo que si sé es que si están drogados o son maltratados, no lo van a hacer delante de nosotros.

Puede que le arranquen los colmillos y las garras para que no nos hagan daño, que sufran situaciones de estrés al verse sometidos a esta vida, entre muchas otras consecuencias… Y lo más importante de todo, los tigres son animales salvajes que deben vivir en libertad. No estar enjaulados para los que visitemos el centro ni nos hagamos fotos con ellos. Estos animales no están viviendo la vida que se merecen y sobre todo sufrirán muchos tipos de consecuencias al estar en esta situación.

 

¿Quiénes somos los humanos para privar a estos animales de su libertad?

Otra de las situaciones que nos encontramos en Tailandia y en muchos de los países del Sudeste asiático, es la de los niños vendiendo o pidiendo propina. En este caso encontramos dos niños muy bonicos en las escaleras de Doi Sutep en Chiang Mai. Te piden propina por hacerte una foto con ellos. Yo los vi ahí tan monos que no pude evitarlo.

Pensé que estaba haciendo una buena acción, ya que estaría ayudando a sus familias que podrían necesitar el dinero. Pero no es así, ya que estos niños dejan de ir al colegio y recibir su educación, para ponerse a trabajar desde tan pequeños. Lo hice por su bien, pero realmente lo que estaba haciendo era contribuir a este negocio.

Estos niños merecen tener una educación y es muy triste que, por culpa del turismo, se vean privados de eso. Una vez más, aprendí de mi error y no volví a cometerlo. En viajes como Indonesia o Camboya, volvimos a ver esta situación y por supuesto la evitamos.

Cabe decir que no he escrito este post para quedar bien ni mucho menos. De hecho, me ha costado mucho ponerme a escribirlo porque me duele saber lo que hice y me da hasta vergüenza publicarlo. Si lo hago es porque creo que puede servir de ayuda… ¡Aceptamos opiniones y críticas, siempre desde el respeto!

Además, estoy preparando otro post de este estilo para concienciar a todas las personas a viajar de forma responsable. Yo espero irme algún día con mi amiga Cris a salvar tortugas a Costa Rica. Juntas podremos crear un mundo mejor, cada una con su granito de arena.

 

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