Глава. 7. Вещи, которые происходят за три с половиной дня

Mi padre trabaja sin parar.
Se levanta a las seis y a las ocho ya está en la oficina.
Los domingos se levanta a las nueve, nos lleva al museo, al zoo, al teatro,
al cine, al parque, a comer, pero a una cosa cada vez que sino, se gasta
mucho dinero, dice.
Aquel domingo tocó el museo de ciencias. Estábamos ilusionados por ver la
exposición de dinosaurios, y no protestamos a la hora de levantarnos.
Al llegar al museo descubrimos que los dinosaurios ya no estaban
expuestos allí sino en un museo de París, al que no podemos ir porque no
tenemos suficiente gasolina.
En su lugar había una exposición de avestruces (страусов).
La guía vio nuestra cara de desilusión y decidió contarnos cosas
interesantes de los avestruces como por ejemplo que les gustan los objetos
brillantes y que son capaces de arrancarte un dedo para quedarse con un
anillo. Que cuando sienten miedo esconden la cabeza y dejan el resto del
cuerpo fuera. Que tienen unas pestañas largas y los ojos verdes. Que
corren mucho sacando pecho (выставляя грудь). Que su carne es muy apreciada (высоко ценится), que viven
por ahí en estado salvaje o que se crían en granjas especializadas… y un
montón de inutilidades más. La escuchamos atentamente para que no se
sintiera desanimada y seguimos el recorrido (осмотр) de la exposición.
–Señorita, ¿Por qué los avestruces tienen las rodillas arrugadas? – me
interesé.
–Pues… porque… lo cierto es que los avestruces no son los únicos
animales con las patas así, ¿sabes?, los elefantes también tienen las
patas arrugadas. Es su naturaleza – me contestó.
Yo dije que qué bien y que a lo mejor los avestruces y los elefantes eran primos
lejanos, como un primo que yo tengo y que no nos parecemos en nada, aunque
ambos somos morenos. Lo dije para que no se sintiera mal por no saber la
respuesta. Iba a hacer otra pregunta cuando ella miró el reloj y aseguró que a
esa hora terminaba la visita; que muchas gracias por la atención prestada y
que esperaba que nos haya sido de utilidad (надеялась, что нам было полезно - субхунтив).
Sí que lo fue. Mucho más de lo que yo podía imaginar en ese momento.
El domingo pasó muy deprisa, como siempre. Casi sin darnos cuenta
estábamos en pijama, cenando.
A las diez, nos dieron las buenas noches y nos mandaron a la cama porque
mañana es lunes y hay que madrugar.
Todos los domingos es la misma historia.
A la mañana siguiente, la Señorita Alejandra (vuelve a ser mi maestra), nos
entregó un folio (лист) en blanco. Era un examen sorpresa de lengua.
Kunes 8 de octubre, escribí con mi letra apretada (сжатый).
No me di cuenta del error y seguí escribiendo mis datos.
Fran sí se dio cuenta porque me quiere copiar hasta la fecha.
Leyó de reojo y se rió tan fuerte que la seño (=señorita) vino a ver qué sucedía.
El pelota (=tonto) de Fran le señaló mi hoja. Sentí que me ardían las orejas de
vergüenza. Se acercó a nosotros, tomó mi hoja, leyó, se sonrió y dijo en voz
alta: “Muy bien, escuchen. Este es el tema del examen: quiero que escriban
acerca de lo que puede suceder un día llamado Kunes”. Y mis compañeros y
yo nos quedamos de piedra. Ninguno sabía qué puede suceder un día que no
existe en el calendario. Protestamos. Estábamos seguros de no poder aprobar
el examen.
La señorita Alejandra dijo que no se trataba de aprobar sino de inventar, de
hacer trabajar la imaginación. Pero estábamos todos tan nerviosos que cambió
de parecer (одумалась) y lo dejó como tarea. A pesar de la buena noticia, algunos de mis
compañeros de clase seguían furiosos conmigo, aunque la culpa fue de Fran.
A la hora del recreo se acercó hasta donde yo estaba el tipo más desagradable
de mi clase, de todo el colegio, del barrio y del mundo.
Se llama Francisco Fernández Pómez y le dicen Pancho. Pancho tiene una
pandilla de amigotes (шайка дружков, приспешников) con los que va por ahí haciendo gamberradas (хулиганская выходка).
–Oye, tío listo – me dijo - ¿te crees que porque estás en silla de ruedas
puedes hacer lo que te da la gana?
No le respondí. Los chavales que estaban a mí alrededor se apartaron. Quedé
solo frente a Pancho.
–¡Mirad, también es mudo! ¿Se te ha comido la lengua el gato o tampoco
puedes moverla? – comentó, riendo. Su pandilla de idiotas también rió.
Seguí sin abrir la boca porque todo lo que se me ocurría eran palabrotas (ругательства).
–Déjalo en paz, tío – protestó Fran, que no se aguantó – ¿Qué te ha hecho?
–Tú a callar si no quieres quedarte sin dientes.
–¡Cállate, Fran!, el problema es conmigo – le dije con rabia, porque siempre
quiere defenderme como si yo no pudiera solo.
–¿Ves, Fran? El paralítico no quiere que lo defiendan.
–¡Cállate, bestia podrida (прогнивший)! – le gritó Fran.
–¡Mirad, el pequeño Fran está enojado!
Fran tenía los ojos llenos de lágrimas. Eso le sucede cuando se pone furioso.
–¿Te vas a poner a llorar porque tu amiguito…?
Todo sucedió muy de prisa.
Fran bajó la cabeza y le dio de lleno (врезал прямо) en el estómago.
Pancho, que no se lo esperaba, cayó de culo sin poder respirar.
Se formó un círculo alrededor nuestro.
Los amigos de Pancho intentaron ayudarle pero él se negó. La cara le había
quedado verde por la falta de aire.
¡Qué buen golpe!
Fran y yo nos quedamos muy juntos, preparados para lo peor.
–¡Me la pagarás! – amenazó Pancho con un hilito (ниточка) de voz - ¡Me pagaréis los
dos!
–Oye, tío, a ver si hablas más alto que no se te escucha. ¿O te has comido la
lengua con el golpe? – se burló Fran.
Me hubiera gustado (субхунтив вместо предпрошедшего) darle un buen golpe a Fran en ese momento. Nunca sabe
cuándo debe cerrar la boca.
Pancho seguía verde, le costaba respirar. De pronto se levantó y se marchó
rodeado de sus colegas.
–¿Lo ves, Fran? - Dije en voz alta – Vino como un gallito y se va como un
avestruz – y describí a los avestruces a gritos, para que se me escuchara
bien (выражается цель - субхунтив). Si la guía del museo hubiera estado presente, se habría sentido
orgullosa de mí (если бы экскурсовод из музея была бы здесь, она бы гордилась мной).
Ahora a Pancho todo el cole le dice El Avestruz.
Me odia por eso. No me importa, es un memo (дурак).
La tarea sobre “Lo que puede suceder un Kunes” había que entregarla el
miércoles. Después de muchos ejercicios para practicar la imaginación, la
señorita Alejandra dijo que estábamos preparados para trabajar solos.
Yo por si acaso le pedí al abuelo que me ayudara (просьба - субхунтив). Nos fuimos al parque el
martes por la tarde porque aseguró, hay que dejar volar la imaginación. Y la
imaginación necesita espacio para volar. Y el parque que está frente a mi casa
es grande, así que hay mucho espacio. (Eso lo digo yo).
–Abuelo, ¿Qué puedo escribir sobre los kunes?
–Pues… lo primero sería enterarnos (надо бы понять) en qué lugar del calendario están.
–No están por que no existen.
–Precisamente por eso pueden estar donde se nos antoje (субхунтив, т.  к. говорится о неконкретном предмете).
–No sé…
–Dame algunos detalles de los kunes, qué tipo de días son: ¿largos o
cortos? ¿Buenos o malos? ¿con sol o sin sol?
–Son horribles.
–¿Por qué?
–Porque se parecen a los lunes pero son peores.
–¿Por qué?
–Pues… porque son malditos.
–¿Por qué?
–¡Qué pesado eres (зануда)! ¿Por qué no te inventas tú algo?
–Porque no es mi tarea sino la tuya. Mira, vamos anotando… son malditos.
Se parecen a los lunes pero no son lunes. Dónde están… veamos… ¡ya sé!
Pueden estar entre un día y otro… por ejemplo entre lunes y martes
–No, mejor entre domingo y lunes que es cuando empieza la semana y viene
el rollo de volver madrugar para ir al colegio.
–Me parece bien…
–¿Qué más, Abu?
–Lo que quieras (неконкретный объект - субхунтив)… piensa qué sucede los kunes, qué pasa si alguien en lugar
de pasar del domingo al lunes, se le ocurre darse una escapada a un kunes…
¿se puede regresar de un kunes cuando uno así lo desea?
Y así, nos pasamos la tarde inventándonos cosas. Hasta el abuelo se inventó
una historia acerca de una Señorita que sólo sonríe cuando su cumpleaños cae
en Kunes.
Un día cierto príncipe se enamora de ella y va a la montaña de los deseos y
pide que ella sonría. Pero no puede ser porque el kunes no está en el
calendario. Como tiene tres deseos pide que el kunes encuentre (просьба - субхунтив) un lugar en la
semana y se lo conceden. Entonces ella sonríe pero no se quiere casar. Así
que él va, pide el tercer deseo, que es que ella sea feliz (просьба - субхунтив). Se cumple su deseo, y
los dos se van a recorrer el mundo en una lancha (лодка).
Con las notas que tomé, al volver a casa, antes de la cena para que no se me
olvidasen (цель - субхунтив) las ideas, escribí:
Los Kunes son días malditos, por eso no aparecen en el calendario, y casi
nadie sabe que existen. Para hallar el kunes hace falta (нужно) encontrar la brecha que
existe entre el domingo y el lunes. No es fácil, pero si se busca con empeño, se
consigue. De cada diez niños que hallan la brecha y consiguen meterse por
ella, sólo uno regresa con vida, pero sin memoria. Lo único que se sabe de los
Kunes, lo contó una niña que durante una de sus pesadillas hablaba llena de
terror. Porque hay que decir que los pocos supervivientes sufren terribles
pesadillas, deben dormir con la luz encendida y temen levantarse al baño a
media noche, por eso se mean en la cama.
Quienes han regresado, saben que los habitantes de los kunes pueden entrar y
salir a su antojo por debajo de las camas y que se alimentan del miedo (питаются страхом). Son
invisibles. Despiden un olor penetrante y dejan un rastro de baba (слюна) brillante por
donde pasan. Se arrastran sin hacer ruido, por eso es difícil saber que se
acercan.
Antes de comer a sus víctimas, las observan mientras duermen.
Los kunes son días malditos porque no tienen sol, y lo que sucede en los días
sin sol sólo lo saben las nubes. Si por casualidad una nube que lo vio todo pasa
por encima de la casa de un superviviente, entonces ese niño o niña, recupera
la memoria.
La niña que tuvo la pesadilla gritaba que le devolvieran el dedo gordo del pie
derecho. Al despertarse contó que en los días kunes, los habitantes de esa
dimensión necesitan conseguir partes del cuerpo de la gente para hacerse su
propio cuerpo y dejar de ser invisibles.
A aquella niña, le había desaparecido el dedo gordo del pie derecho y el del pie
izquierdo lo tenía por la mitad.
Los kunes suceden cosas terribles y sólo a veces suceden cosas muy
agradables, como que un ser llamado Pancho (que no es el que yo conozco del
cole sino otro), sea uno de los que van y no regresan jamás.
Se lo leí al abuelo. Creo que le gustó porque de vez en cuando largaba la
carcajada.
Al terminar de leer el cuento y me dijo que debía revisar el último párrafo
porque no era imparcial .
Lo revisé, pero como no tenía muy claro lo de ser imparcial, lo dejé tal como
estaba, porque todo el mundo sabe que un escritor puede escribir lo que quiera (неконкретный объект - субхунтив),
porque todo pasa en su imaginación. Y si no, que se lo pregunten (приказ - субхунтив) a mi Señorita
Alejandra.
Abuelo me sugiere que como hay un nombre propio, mejor copie (совет - субхунтив) al final de la
página lo que ponen en los libros, estuve de acuerdo, así que copié: “Todos los
personajes de este relato son de ficción. Cualquier similitud con la realidad, es
mera coincidencia.”
Puse mi nombre, la fecha y guardé el folio en la carpeta.
Después le tocó a él leerme su relato; también él puso un nombre propio, que
es el de la vecina que nunca sonríe. Le dije que también debería que poner la
frase de los libros, pero me respondió que no, porque quería que su historia se
hiciera realidad algún día.
Quise saber si estaba enamorado, pero sólo me guiñó el ojo.
A la hora de la cena, ni mi abuelo ni yo comentamos nada de lo que hicimos en
el parque. Nos gusta tener nuestros secretos.
El miércoles entregué mi redacción. Estaba nervioso por saber qué nota me
pondría la señorita Alejandra. Pero ella recogió todos los folios de toda la
clase, los guardó en su carpeta y comenzó con la lección de mates. No me
gustan las tablas, ni los binomios, ni nada de eso. Prefiero inventarme historias
que se hagan (желание - субхунтив) realidad como mi abuelo, y correr carreras y ser el mejor jugador
de baloncesto del planeta.
La segunda mitad de la mañana, tocó el profe de informática. Ese día debíamos
aprender a usar el buscador.
Fran y yo trabajamos en un mismo ordenador.
Al Avestruz y dos de sus amigos les tocó el que está junto al nuestro. Mala
cosa. Me la tenía jurada.
Hice como que no me importaban los insultos que me canta susurrando.
Por el rabillo del ojo (краешком глаза) vi que el profe se acercaba a nosotros. No dije nada.
Avestruz me estaba asegurando que jamás podría correr en una olimpíada, ni
estar en el Equipo Nacional de Baloncesto.
–¿Qué le hace suponer que Pedro no puede alcanzar sus objetivos,
Fernández?
La voz del profe de informática hizo que el Avestruz diera un respingo (вздронул, подскочил) y
escondiera la cabeza entre los hombros. Todos los ojos de la clase estaban
mirando hacia nosotros.
–¿Qué? Yo no dije nada de eso, Profe – afirmó haciéndose el inocente. Y por
lo bajo agregó el muy ladino (хитрый, изворотливый) – Para eso hacen falta dos piernas que funcionen (неконкретный объект).
–¡Presten atención, por favor! – pidió el profe y fue hacia la pizarra y escribió
dos palabras: juegos paralímpicos
–Para la próxima clase quiero una lista de las webs que tratan sobre este
tema y un resumen de lo que se encuentra en esta dirección específica – y
escribió una dirección de esas que empiezan con las tres W – También quiero
las definiciones de: discapacidad, minusvalía e invalidez. Similitudes y
diferencias, y la manera correcta de utilizarlas.
Nos daba algunas instrucciones cuando sonó el timbre.
Mis compañeros salieron pitando a la clase de gimnasia. Yo pedí permiso para
quedarme en el aula de informática. Quería hacer la tarea y averiguar por qué
cada vez que leía esas dos palabras escritas en la pizarra, me hacían cosquillas
(щекотать) el estómago. “Juegos Paralímpicos”.
Media hora más tarde era el niño más feliz del universo. Acababa de averiguar
que podía ser corredor de carreras y jugador de baloncesto profesional.
Estaba tan súper-contento que creía que nada podía salir mal un día como ese.
¡Era perfecto, lleno de sol! ¡Era feliz!
De regreso a casa me encontré con mis hermanos, Juan y Leo que venían
corriendo calle abajo.
–¡Pedro! – me gritó Juan - ¡Malas noticias!
No entendía nada. ¿Qué podía ser tan malo?
–La tía Gertrudis ya está en casa.
–Pero si decía en la carta que llegaba mañana…
–Parece que se confundió de día o algo…
¡Seguro que vino en escoba (на метле) y por eso llegó antes! - comenté. De pronto
había perdido la alegría.
–¡A esa no la quiere ni su escoba! Apuesto a que vino montada en un
murciélago (летучая мышь) o algún ser de las profundidades, porque en avión no la dejan
subir – dijo Juan, haciendo una mueca (гримаса).
–¿Ya la saludasteis?
–¡Ajá!
–¿Con un beso?
–Sipi.
–¡Puaj!
–Te vinimos a avisar para que te prepares (цель - субхунтив). No es fácil darle un beso. Está
más arrugada, más fea y más peluda (косматая) que la vez anterior.
–Vale, tío. Me voy a casa del abuelo – dije.
–¡Qué va! Tú te vienes con nosotros que mamá te está esperando.
–Oye, ¿por qué has tardado tanto? – quiso saber Leo.
Me encogí de hombros (пожал плечами) y no le conté lo de los juegos paralímpicos. Ni de que
voy a ser deportista profesional, ni de que soy el chaval más feliz del Universo.
En ese momento sólo podía ver que el cielo estaba todo gris.