Seguramente hayas escuchado alguna vez que la canela tiene propiedades muy interesantes. ¿Pero qué sucedería si yo te digo que cuando le podemos recomendar a la gente que consuma esta especie podemos hacer que incluso perjudique su salud? A que no te lo esperarías. Esto es el efecto canela en nutrición y te voy a explicar esta pequeña paradoja en el vídeo de hoy.

Con esta frase es como me gusta bautizar esta paradoja, es un efecto que a veces sucede en las personas por culpa de que no siempre nos explicamos muy bien en nutrición, en ciencia en general, todo el personal sanitario. Y probablemente sí habéis leído mis libros me habéis escuchado en alguna conferencia, habéis ido a los cursos que damos en aleris, me habéis visto comentar cuál es este efecto. Pero me dado cuenta que no tenía un vídeo concreto explicandolo. Que estaba por ahí repartido y se merecía pues una pieza únicamente para él. Os cuento.

Partimos de una base que es completamente cierta, objetiva y es que la canela es verdaderamente una especia súper interesante. Si tú has visto revisas por ejemplo, los estudios científicos sobre la canela pues podrías determinar por ejemplo que tiene unos efectos antioxidantes muy interesantes, que además tiene una bibliografía científica pues bastante robusta sobre ellos, que incluso aplicados a algunas dolencias, a algunas situaciones como por ejemplo la diabetes ayuda al control de la glucemia, puede mejorar la respuesta insulínica, es decir que es una especie a priori parece maravillosa. Podríamos incluso un día ir a la radio y la televisión a hablar de ella pues queriendo fomentar todo su consumo.

Vamos, que tenemos alguna persona investigadora, un científico, una sanitaria que está ahí en casa revisando pan, me dice: “mira qué cosas tan interesantes hay sobre la canela, voy a ir a contarlo, voy a divulgarlo.” ¿Y qué es lo que sucede? Nos hacen nuestra entrevista, nos preparamos nuestro programa, nuestro guión y empezamos a divulgar. Fíjate, todas estas propias de la canela si te la tomas te va a bajar la glucemia, incluso si tienes diabetes te puede ayudar a modular todas esas respuestas, no sé. Considera incluir canela en tu alimentación, mira si es que además todos estos datos lo respaldan.

Hasta aquí todo objetivamente cierto. Estamos dando un mensaje que es cierto, que es pertinente, que va con intención de mejorar la salud de la gente, pero ¿qué es lo que sucede? Que lo estamos arrojando en un contexto en el que la gente tiene asociado el consumo de canela de una forma concreta, con un patrón. Es posible que quizás prepares de una manera casera un arroz con leche, unas natillas o que a lo mejor esté añadiendo canela a sus típicos postres caseros, porque al final, ¿a qué le añadimos la canela? En nuestro contexto precisamente a recetas dulces.

Pero tú no querías que esos pacientes, ni esos oyentes al final acabaran consumiendo más dulces. Tu intención era que el consumo de canela solo añadido a tu propia alimentación podría ser potencialmente saludable, pero claro eso no lo hemos explicado bien.

Se nos ha olvidado uno de los aspectos más importantes de ciencia y de nutrición aplicada y es de cómo hay que ejecutar todas esas recomendaciones para que no hubiera sucedido este efecto canela de yo te cuento lo sana que es la canela y tú te metes unas natillas entre pecho y espalda. Lo que habría que haber hecho es dar ejemplos concretos, como por ejemplo a ti te gusta el café o sueles tomar infusiones, pues mira, sería un buen momento añadirle la canela y eso sí, recuerda que si te la tomas con azúcar, no estás teniendo ningún beneficio adicional. Solo que la canela va a intentar frenar el perjuicio de ese azúcar, pero ni mucho menos el compendio total. Es decir, el cómputo global. Todo esto va a ser positivo para la salud, te estás metiendo un café con azúcar.

Lo mismo sería aplicable a un flan, a cualquier otro postre. Sí, va a ser menos perjudicial que tomártelo solo, pero eso no quiere decir que esa preparación vaya a ser mucho más saludable. En cambio, si hubiéramos optado por incluir ese consumo de canela con una preparación sana, como por ejemplo

una naranja de postre con canela, unas fresas partidas con canela, un yogurt de soja, un yogur natural que tuviera esta especia. Ahí sí que habríamos obtenido resultados saludables no solo porque mejoran esa preparación, sino porque en general esa ingesta es sana. Y ahora pensad en cuántos otros ámbitos se da a diario el efecto canela. Es que nos ha sucedido en muchas otras cuestiones de alimentación. Os acordáis cuando por ejemplo estaba esa recomendación de tomar más omega 3 que el omega 3 es muy saludable, en fin. ¿Qué pasaba? Que la gente iba a consumir esos alimentos que decían muy orgullosamente que tenían omega 3 como por ejemplo las leches enriquecidas con omega 3 o alimentos funcionales que habían enriquecido con omega 3, incluso alguna cápsula de estos ácidos grasos. Claro, no nos paramos a pensar en cómo de malinterpretar este mensaje. Podríamos habernos limitado a decir simplemente “toma más frutos secos”, “toma más semillas”, “toma aceites vegetales”, “toma pescado azul.”

Eso habría sido una buena recomendación y no quedarnos únicamente en la sustancia, en la molécula. Y lo mismo exactamente aplicable al caso de la fibra. Hace unos años sabéis que se puso muy de moda de hay que comer más fibra, hay que comer más fibra, pero no decíamos la importancia de consumirla en el alimento en sí mismo. El mensaje que deberíamos haber transmitido era coman más frutas, más verduras, más hortalizas, más legumbres, más frutos secos, no fibra de manera aislada. Y ahí lo tenéis. Sabéis que una generación entera se ha añadido salvado suelto a los yogures o añadido salvado algunos platos con el único objetivo de elevar la fibra total de ese plato, de esa preparación. Pero eso no lo convierte en una ingesta saludable. Que tú te tomes un vaso de leche o un yogurt con salvado no lo va a hacer más saludable que si hubieras desayunado 2 mandarinas.

Otro ejemplo de cómo ese efecto canela se aplicó al salvado. Yya por último y poniendo un ejemplo mucho más actual y relacionado con la canela. ¿Qué nos han dicho nuestros últimos estudios sobre el café y la longevidad? Que el café es una bebida, una infusión perfectamente saludable y podría ayudarnos con sus efectos antioxidantes, que incluso ayuda a generar nuestra termogénesis en mayor medida, que podemos estar más activos. Es decir, si es que el café es una bebida completamente saludable, pero si tú no dices en España esto bien aclarado, vas a tener un efecto canela con el café.

Se promocionó el café cuando aquí por lo general se solía consumir el café de torrefacto que malísimo completamente en esa cafetera de bar que te pasa completamente ese café y claro todo el mundo le tiene que añadir leche o azúcar para que esté bueno, porque es normal. No te puedes tomar un café torrefacto malísimo requemado y que te esté bueno. No olvidemos por último con que se acompaña el café en nuestro contexto. La gente lo suele escoltar ahí al lado bien acompañado con una tostada de pan blanco, unos churros, unas magdalenas, un croissant, en fin. Un dulce, como una galleta, una chocolatina. No podemos decir únicamente que el café es sano y que la gente salga a la calle a consumir más café, porque a lo mejor lo hace en el contexto y la modalidad es que no nos interesa.

Era una buena oportunidad para decir que el café es saludable, pero si lo tomas sin azúcar, bien acompañado y ahí sí, con un poquito de canela. Un ejemplo perfecto de cómo incluso la canela a veces puede ayudar para que los mensajes sí que estén bien interpretados.

Lo dicho. Quería contaros una pieza concretamente de este efecto canela. A mí se me ocurrió esta pequeña metáfora para poder contar estas paradojas que a veces nos suceden en comunicación científica. Si podéis poner en comentarios algún ejemplo de efecto canela que haya sucedido en vuestro entorno, un mensaje que sepáis que se repite hasta la saciedad con muy buena intención, pero se ejecute fatal, ponedlo por aquí. También intentamos dedicarle un vídeo para desmentir y que a todo el mundo le quede claro cómo ejecutar los mensajes o recuerdos. Lo importante es en qué contexto se aplican y también en qué modalidad se consume ese alimento.

Hasta aquí el vídeo de hoy. Por favor suscribios al canal para que no os perdáis ni el efecto canela ni el efecto de ninguna otra especie que vete tú a saber me invente dentro de las próximas ediciones. Nos vemos en el próximo vídeo.

¡Hasta luego!