Estar sin blanca

Не иметь ни гроша за душой 

Esta era una expresión literal, aunque para ello habría que remontarse al Antiguo Régimen. La blanca era una moneda de vellón -aleación de plata y cobre- cuyo valor equivalía a medio maravedí. Con el tiempo se fue devaluando tanto que se popularizó la frase hecha de estar sin blanca para querer decir que no se tenía dinero. Si la blanca era el equivalente a nuestra actual moneda de cinco céntimos, en tiempos de Felipe III también hubo el que sería similar a nuestros billetes de 500, conocidos solo por unos cuantos elegidos. Se trataba del centén -valía 100 escudos de oro-, una moneda de más de 350 gramos de oro cuyo nombre popular era "el tejo", porque su gran tamaño recordaba al disco empleado en el juego del mismo nombre. Esta moneda parece ser el germen de la expresión "pagar a tocateja" para referirse a abonar una gran cantidad en efectivo.