Как объяснить, что такое финансовый кризис, ребенку? Слушаем пример-сказку.

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Tengo una hija que tiene 13 años, pero en el 2012, cuando fue el colapso financiero, que se cayeron todas las bolsas del mundo y todo eso, tenía cinco menos que ahora, tendría (потенсиаль, потому что не уверен, «наверно») ocho, nueve años.

Y_____1_______, estábamos almorzando y viendo el noticiero.

Y apareció un tipo de corbata, pelado, un periodista que siempre daba malas noticias, fue el que vaticinó el tsunami y que se cayó un avión, y ese día dijo: "Último momento, se desplomó la bolsa en todo el mundo".

Y mi hija me miró así y yo me puse pálido.

Y siguió el tipo, dice: "Se disparó el valor nominal del bono por no poder sostener las obligaciones de deuda".

Y mi hija me miraba.
(Risas)
"______2______" dijo, "se están suicidando los accionistas".

Y mi hija abrió los ojos grandes y yo también.

Obviamente me asusté porque estaba pasando algo grave.

Y entonces Nina, mi hija, que siempre me preguntaba qué es el tsunami, qué es el avión que se cayó y era fácil de explicar lo del tsunami: es el epicentro _______3_____ que después se mueren los filipinos, es simple.
(Risas)

Me preguntó: "¿Qué es esto que pasó ahora, papá, es grave?"

Y yo me di cuenta de que no tenía la menor idea  de cómo explicarle a un chico qué cosa era eso. Un terremoto se explica fácil, pero ¿cómo le explican a un nene  el colapso del sistema financiero? No se lo podés (аргентинская форма для puedes) explicar porque es intangible, más que nada.

Pero como soy "cabeza dura" y ______4_______, me propuse hacerlo, así que escribí un cuento infantil.

Y al día siguiente, cuando estábamos mirando de vuelta el noticiero y me volvió a preguntar, le conté una historia que quiero compartir con Uds.

Le dije a la niña ese día que había una vez un pueblo muy tranquilo y que había un muchacho que se llamaba Pepe, el protagonista, que vivía en la casa más alejada del pueblo.
Una tarde, Pepe salió a caminar y le agarró sed. Cuando volvió a su casa, abrió una botella de vino y, mientras tomaba el vino, descubrió una cosa que nadie había descubierto nunca: _____5_______. No había ni un bar.

Pepe pensó que si habría (распространенная в разговорном ошибка. Должно быть hubiera) un bar, podría hacer felices a otros, dándoles de tomar, y además también pensó que podía ganar alguna moneda. Y se puso contento con la idea de abrir un bar.

Esa tarde, su amigo, Moncho, pasó por la casa de Pepe y le dio un buen nombre para el bar. Y ya se sabe que cuando una idea trasnochada tiene un nombre, ya empieza a caminar esa idea. Entonces Pepe hizo una lista de necesidades para abrir el primer bar del pueblo.

Nina me miraba con los ojos abiertos, _______6________.

Pepe se dio cuenta de que había que comprar mesas, sillas, copas, pintura, un palenque para que los clientes del bar pusieran sus caballos y pudieran entrar a tomar. Y sacó las cuentas y todo eso le iba a costar unas 10 000 monedas.

Por supuesto, Pepe no tenía 10 000 monedas porque era pobre, pero durante la noche se le ocurrió una manera de conseguir esas 10 000 monedas. Pepe recortó 1000 papelitos y escribió en cada papelito la frase: "Próximamente, Bar de Pepe"; _____7______.

Y el domingo, después de misa, se fue a la plaza del pueblo vestido con su mejor traje y le dijo a todos los vecinos en la plaza:
"Queridos vecinos, voy a abrir un bar en las afueras del pueblo".

Todo el mundo lo miró. "¡Qué buena idea!" dijeron algunos. Pepe se sintió muy bien con la atención de todos y entonces mostró, en abanico, los 1000 papelitos recortados y dijo: --"esto es importante, Nina" le dije yo-- Dijo Pepe:
"Cada uno de estos 1000 papelitos cuesta 10 monedas".

Los vecinos lo miraban.
"_______8______ va a tener que guardarlo porque dentro de un mes, cuando yo abra mi bar, voy a pagar 12 monedas por cada papelito que Uds. me devuelvan". Entonces hubo susurros en toda la plaza y Moncho, que era el tonto del pueblo, preguntó:

"¡Pará (аргентинская форма для para), Pepe! Pero ¿no cuesta 10 monedas cada papelito? ¿Por qué vas a regalar después dos monedas más?"

Y Pepe dijo: "No es regalar, Mocho, es compensar. Voy a compensar con dos monedas más a los que me ayuden a cumplir mi sueño, que es abrir un bar".

Entonces el alcalde, que estaba por ahí, se acercó y dijo:
"¡Tiene sentido! Tiene mucho sentido. ¡Muy bien, Pepe!"

Y Ernesto, que era rico y entendía de negocios, dijo:
"A mí, la idea me parece muy bien".

Y el cura Ricardo,______9_______de abajo de su sotana, dijo:
"¡Es una idea muy cristiana! Yo quiero algunos de tus papelitos".

Y todos empezaron a comprar papelitos de Pepe.

De esa manera tan simple, y en una sola mañana, Pepe consiguió la plata para abrir su bar. Entre todos los vecinos le compraron los 1000 papelitos.

"Yo le compré dos" dijo Sabino que era pobre, pero optimista.

"Yo le compré 36" gritaba Quique que era codicioso y altanero.

Pepe se fue a su casa con 10 000 monedas en la mochila y se durmió pensando en su sueño: abrir un bar.

Al día siguiente era lunes y Pepe viajó a la ciudad y compró madera para construir un mostrador y compró pintura, volvió a su casa y se puso a trabajar.

No pasó por la plaza del pueblo en las siguientes cuatro semanas. Es decir, le dije a Nina, Pepe no se enteró del desastre que se iba a armar por culpa de sus papelitos.
En ese momento del cuento yo frené y me quedé mirando a mi hija para ver si estaba entendiendo la historia.

Siempre hay que "testear" las metáforas con los chicos, sobre todo cuando son ideas complejas, y ella me dijo: "Papá, esto _______10________ con lo que dijo el señor pelado de la 'tele', pero está bueno, seguí (аргентинская форма для sigue)".
(Risas)

Entonces le conté. Le conté lo que pasó en el pueblo durante la primera semana. Ese lunes, la plaza estaba llena de gente, mucho más que en un lunes normal. Muchos vecinos habían pasado la noche entera recortando sus propios papelitos porque también, habían descubierto, tenían proyectos que no podían cumplir por falta de monedas.

Unos papelitos decían:
"En breve, Heladería de Horacio".

Otros papelitos decían: "Muy pronto, Peluquería de Carmen".

E incluso había unos _______11_______ con faltas de ortografía, que decían:
"A fin de mes, aré biajes a la Luna".
(Risas)

De pronto, los vecinos se subían a las farolas de la plaza para que los otros vecinos pudieran comprar esos papelitos. Se trepaban a la fuente para intercambiar papelitos por monedas. El martes fue todavía peor y el miércoles ya no se podía caminar por la plaza del "quilombo" que había.

El alcalde tuvo que poner orden y habilitó un lugar cerrado en la municipalidad para que los vecinos pudieran reunirse a intercambiar papelitos sin destrozar la plaza.

Este pequeño local se inauguró el jueves y fue bautizado con el nombre de "el salón de los papelitos".

Y así fue que el viernes, todos los que tenían un proyecto ya_______12_______ para llevarlo a cabo y se habían puesto a trabajar. Horacio ya buscaba leche,
crema, hielo para su heladería, Pepe ya estaba serruchando la madera para el mostrador del bar.

Carmen afilaba las tijeras para su flamante peluquería y Moncho había comprado dos caballos flacos para hacer viajes a la Luna.
(Risas)

Solamente quedaba en el salón de los papelitos un grupo de vecinos a los que nunca en la vida se les había ocurrido ningún proyecto interesante. Lo único que tenían estos vecinos eran papelitos de otra gente. Uno de estos vecinos, Ramón, se quejó en voz alta:
"¡Caramba!" dijo.

"Ahora necesito monedas para comprar cigarros y no tengo.

Hace unos días, cambié mis últimas 10 monedas_________13________".

"A mí me pasa lo mismo" dijo Luis,
"Quiero ir al cine, no tengo una moneda".

Las quejas fueron cada vez mayores hasta que Sabino, que era astuto, levantó su papelito y dijo:
"A ver, muchachos, dentro de tres semanas, Pepe le va a pagar 12 monedas al que le devuelva este papelito que yo compré a 10.

¡Vendo mi papelito ahora mismo por ocho monedas!"

Y los otros lo miraron, dijeron "¡Oh!"

"Trato hecho" dijo Ernesto que era rico, pero quería ser todavía más rico y le sacó de las manos, por ocho monedas, el papelito. Ramón y Luis también vendieron sus papelitos por menos de 10 monedas y, mientras uno corría a comprar cigarros y el otro se iba al cine, los demás vecinos vieron que aquella era una nueva forma de hacer negocios, ______14_______ se les hubiera ocurrido una idea de verdad. Algunos se subieron a las sillas, otros a las mesas.

Empezaron a ofrecer lo que tenían e incluso el cura Ricardo llegó de la iglesia triste y dijo:
"Amigos, el día que Moncho puso a la venta sus papelitos, yo, que soy cristiano, le compré unos cuantos porque es tonto. Ahora Moncho los vende a 7 monedas y dice que va a devolver 20 monedas, pero es tonto y quiere hacer viajes a la Luna. Yo ahora necesito monedas para arreglar el campanario y nadie me quiere comprar los papelitos de Moncho".
"Lo siento, Padre Ricardo" dijeron todos, "no podemos comprar.

¿Cómo va a ir a la Luna ese muchacho?" Entonces el cura se fue del salón con los papelitos de Moncho, cabizbajo, y fue la primera vez en muchos años que nadie lo estaba ayudando a reparar la iglesia. Y así pasó la primera semana.

Entonces la miré a Nina, que me dijo:
"Ahora me parece que empieza a parecerse a lo que dijo el pelado de la tele".

Y yo le digo "¡Claro! En el mundo real el salón de los papelitos se llama 'la bolsa de valores', mientras que los papelitos _______15______. Se pueden llamar 'bonos', en algunos países, en otros países se llaman 'obligaciones'. Las 12 monedas que va a pagar Pepe cuando el bar funcione, o las 20 monedas que dice Moncho que va a pagar cuando haga viajes a la Luna, se llaman 'valor nominal del bono'". Y Nina me miró así.
(Risas)

Abrió los ojos grandes porque entendía la chica, ochos años. Entonces le conté lo que pasó la segunda semana en el pueblo. Le conté que la casa de Pepe ya no parecía una casa, la casa de Pepe parecía otra cosa. En el comedor había una barra de madera, el baño se había convertido en dos baños, uno para damas, otro para caballeros. Las paredes estaban a medio pintar de azul marino y Pepe estaba contentísimo con los progresos de su bar.

Como todavía no había ido al pueblo, Pepe, él seguía sin saber que la vida de sus vecinos era un "quilombo" de papelitos que iban y venían cambiando de precio y de dueño. Incluso el alcalde,_____16_______, decidió sumarse a la nueva moda.

Una mañana de martes, el alcalde salió al balcón con megáfono y dijo:
"Vecinos, la plaza quedó estropeada después del furor de los papelitos.

Necesito recaudar fondos para arreglar los destrozos de las farolas, para renovar la fuente y para comprarme un coche a motor.
Desde este momento, pongo a la venta 1000 papelitos oficiales".

"¿Cuántas monedas cuestan?" preguntó Sabino.
"¡Nada de monedas!" Dijo el alcalde,
"mis papelitos cuestan un caballo.

Cuando la fuente eche agua, cuando las farolas vuelvan a dar luz y yo tenga un coche a motor, voy a devolver dos caballos por papelito. Los papelitos oficiales están a la venta desde ahora, corran que se acaban".

Los papelitos del alcalde se vendieron en tiempo récord. Todos en el pueblo entregaron sus caballos al alcalde y, desde ese día, las tareas se empezaron a hacer a pie.
Mientras tanto, el intercambio de papelitos siguió en aumento y ya no alcanzaban los lápices para anotar quién era dueño de qué.

_________17_________, por ejemplo, los de Pepe que trabajaba día y noche en la concreción de su bar, pero a otros papelitos no los quería nadie, por ejemplo, los de Moncho
porque su artefacto para hacer viajes a la Luna, por el momento, solamente constaba de dos caballos y un carro. Nadie creía que eso empezara a levantar vuelo. Ernesto, el vecino rico que había comprado muchos papelitos durante la primera semana, ahora se quería sacar de encima los papelitos de Moncho. Y, como también tenía papelitos de Pepe, inventó algo buenísimo a lo que bautizó: "los fajos de Ernesto". Eran paquetes cerrados con 100 papelitos de todos colores. Por ejemplo, había 10 papelitos del bar de Pepe arriba, 20 papelitos de la heladería de Horacio al medio y 70 papelitos del proyecto lunar de Moncho abajo, sin que nadie los viera.

El jueves de la segunda semana, los fajos de Ernesto tuvieron un gran éxito entre los vecinos que buscaban como locos papelitos de Pepe o del alcalde, pero el viernes, Quique _________18______:
"¡Cuidado, vecinos, cuidado!

Los fajos de Ernesto a veces vienen con papelitos de Pepe o del alcalde en la parte de arriba y eso está bien, pero al fondo del paquete hay muchos papelitos de Moncho que nunca en la puta vida va a hacer ningún viaje a la Luna. Así que antes de comprar fajos de Ernesto busquen mi consejo. Mi tarifa por cada consejo es dos monedas".
(Risas)

Desde entonces, los compradores de papelitos consultaron siempre a Quique antes de comprarle fajos a Ernesto. Ernesto y Quique, que habían sido amigos durante muchos años, dejaron de hablarse para siempre. Y así pasó la segunda semana. A esa altura, Nina ya era casi una experta en todo este asunto. Yo le expliqué que en el mundo real los papelitos oficiales del alcalde se llaman "títulos de deuda pública". Le expliqué que los fajos de Ernesto reciben el nombre de "obligaciones de deuda", mientras que la casa de Quique, el lugar a donde van los vecinos para saber si confían o no en los fajos de Ernesto, se llama "banca de inversión".

Entonces le conté a Nina que, ________________19_________, algunos proyectos ya estaban casi terminados y, en cambio, otros seguían en pañales. A Pepe solamente le faltaba clavar el palenque para que los caballos de los vecinos pastaran fuera del bar.

Horacio había conseguido batir leche y frutas para su heladería y nomás le quedaba traer barras de hielo desde la ciudad. En cambio, Carmen todavía no había encontrado un buen local para instalar su peluquería, aunque ya tenía docenas de tijeras afiladas. Y, ¿qué decir de Moncho? Pobre Moncho. Sus caballos estaban cada vez más flacos y tristes, aunque los cepillaba día y noche, y no parecía que su artefacto pudiera volar en menos de una semana. Los vecinos que tenían papelitos de Moncho o de Carmen estaban inquietos y ya no podían vendérselos a nadie. Hasta que apareció Quique con una gran idea.

"¡Oigan!" dijo Quique.
"Los que todavía tengan papelitos de Moncho, no se preocupen.

Yo les puedo vender "tranquilidad de Quique" para esos papelitos.
"¿Y eso qué es?", preguntó Sabino que tenía muchos papelitos de Moncho.
"Muy fácil", dijo Quique.

"El que tenga papelitos de Moncho me paga dos monedas cada noche de acá a fin de mes y si Moncho no consigue hacer viajes a la Luna, yo pago las 20 monedas prometidas por Moncho".
"¿Aunque Moncho fracase?" preguntaron todos.
"¡Aunque fracase!", dijo Quique.

"¡Tremenda idea!", dijo Sabino,
"así vamos a sentir mucha más tranquilidad y podremos comprar más papelitos del tonto del pueblo".

"Por eso mi idea se llama 'tranquilidad de Quique'", dijo Quique. Y___________20_________ a Quique dos monedas por noche para asegurar el proyecto de Moncho. En el medio de la euforia por estas nuevas ideas, nadie en el pueblo notó que el alcalde nunca había arreglado las farolas ni la fuente de la plaza.

El alcalde había cumplido con una parte solamente de la promesa: había escapado del pueblo con un coche a motor. Era todo lo que había hecho. Y los únicos caballos que quedaban en el pueblo eran los de Moncho. Todos los demás se los había llevado el alcalde. El secretario, que había sido mano derecha del alcalde y conocía la estafa desde el principio, decidió hacer algo para que nadie descubra la ausencia de su jefe. Y su idea fue estupenda.

Trajo al salón de los papelitos una pizarra y empezó a ponerle nota, del uno al diez, a cada proyecto.Al bar de Pepe le puso un ocho, a la peluquería de Carmen le puso un cinco, a la heladería de Horacio, un siete. Al vehículo para hacer viajes a la Luna de Moncho le puso un dos y, haciéndose el distraído, a las reformas de la plaza del alcalde _____________21___________.
"¿Qué significan estos números?", preguntó Sabino.

Y el secretario dijo:
"Son las posibilidades de concreción de cada proyecto.

Es para ayudar, yo lo hago por Uds."
Y así pasó la tercera semana.

En este punto, yo le expliqué a Nina que en el mundo real, la idea de Quique de ofrecer tranquilidad sobre los papelitos de Moncho se llama "seguros de impago de deuda" y la gran pizarra donde el secretario le pone una nota a cada proyecto, en el mundo real, se llama "agencias de calificación", que a veces se equivocan sin querer y a veces se equivocan queriendo.
Entonces Nina me preguntó__________22_________ porque ya estábamos en la cuarta semana y le conté el final de la historia.

El final de la historia dice así: Cuando llegó la cuarta semana y se cumplió el mes, Pepe se levantó muy temprano y caminó tranquilo hasta el pueblo.
De lejos, se vio la fachada de su bar con el cartel luminoso a todo trapo. El bar se llamaba "La Luna", como lo había bautizado Moncho el primer día. Ahora solamente faltaba que llegaran los vecinos a caballo, con las gargantas muertas de sed. Pepe recorrió las cinco leguas hasta el pueblo poniendo carteles en todos los árboles del camino:
"Bar La Luna, abierto todas las noches".

Cada cartel que ponía, se iba lejos y se quedaba orgulloso mirando el cartel. Sin embargo, cuando llegó a la plaza del pueblo, no entendió nada de lo que estaba pasando. Pensó que se había equivocado de camino y estaba en un pueblo diferente. Parecía que por ese pueblo hubiera pasado la guerra. Las farolas y la fuente de la plaza estaban destrozadas, no había un solo caballo en las calles y los vecinos caminaban en redondo hablando solos.

"¿Qué pasó acá?" le preguntó Pepe a Horacio cuando lo vio.
"¡Ay! Pepe" dijo Horacio llorando.

"Ay, Pepe. Todo el mundo enloqueció con los papelitos, con los míos, con los de Carmen, con los tuyos, con todos. De repente, empezó a haber más papelitos ____________23_________. Después ya no hubo monedas. Más tarde desaparecieron los caballos. Los vendedores de fajos de Ernesto quebraron. Los revendedores de tranquilidad de Quique no pudieron pagarle a nadie y se escaparon a la noche. Estamos en la ruina, Pepe".

"¿Y tu proyecto de helado?" preguntó Pepe.

"¿Y la peluquería de Carmen?"

"No, lo mío fue un fracaso" dijo Horacio.

"No hay caballos para ir a buscar hielo a la ciudad y el helado se derrite. Y Carmen no tiene clientes. Está todo el mundo arrancándose los pelos solo. ¿Para qué quieren peluquera?"
Pepe se quedó en silencio, no podía creer lo que le estaban contando.

Entonces Horacio dijo: "¡Ay, por Dios! Necesito algo fuerte".

Y Luis dijo: "Yo también, tengo la garganta seca".

Y Sabino preguntó: "Pepe, ¿abriste o no el bar que querías abrir?"

Y otros ____________24____________. Pepe descubrió entonces que, sin caballo, nadie iba a poder ir nunca a su bar en las afueras del pueblo y entendió también que jamás podría devolver las 10 000 monedas a nadie. Y entonces vio en el medio de la plaza a Moncho. Los dos caballos flacos de Moncho eran los únicos animales que quedaban y arrastraban tres carros, con dos ruedas cada uno, en forma de tren. A esos carros se iban subiendo muchos vecinos y otros hacían una fila larga, esperando para subir.

"¡Moncho!" preguntó Pepe, "¿a dónde va toda esta gente?"

Y Moncho dijo: "¿A dónde va a ser?

¡A tu bar! A La Luna".

Pepe vio un cartel colgado en la fuente rota que decía:
"Moncho hace viajes a La Luna.

Salidas: una moneda. Regreso: gratis".

"¡Pero Moncho!" preguntó Pepe,

"¿vos sabías que todos se iban a quedar sin caballo?"

"No" dijo Moncho, "___________25___________:

Yo lo que sé es que la gente puede ir a un bar a caballo, pero nadie puede volver borracho y montando un caballo".

"Y como yo no tomo, pensé que mi negocio podría ser llevarlos y traerlos de La Luna".

Entonces Pepe abrazó a Moncho, se subió al primer carro y gritó:

"¡Vamos todos a La Luna! Bebidas gratis la primera noche", y todo el pueblo subió y aplaudió.

Nina, incluso, aplaudió contenta el final de la historia.

Y entonces yo le dije a mi hija que____________26___________las historias de los Pepes que intentan abrir bares, o las historias de los Monchos que quieren hacer viajes a la Luna y nadie los entiende, son casi siempre proyectos que no suelen tener final feliz como en los cuentos infantiles. Porque en el medio aparecen Quiques, aparecen alcaldes, aparecen Ernestos y secretarios y lo echan siempre todo a perder. Pero cuando alguno de estos proyectos sí funciona, le dije a mi hija para terminar, cuando estos proyectos funcionan, cuando algo mágico pasa y funcionan, se llaman "sueños" y _________27_______. (Aplausos)

Muchas gracias.

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Tengo una hija que tiene 13 años, pero en el 2012, cuando fue el colapso financiero, que se cayeron todas las bolsas del mundo y todo eso, tenía cinco menos que ahora, tendría (потенсиаль, потому что не уверен, «наверно») ocho, nueve años.

Y_____1_______, estábamos almorzando y viendo el noticiero.

Y apareció un tipo de corbata, pelado, un periodista que siempre daba malas noticias, fue el que vaticinó el tsunami y que se cayó un avión, y ese día dijo: "Último momento, se desplomó la bolsa en todo el mundo".

Y mi hija me miró así y yo me puse pálido.

Y siguió el tipo, dice: "Se disparó el valor nominal del bono por no poder sostener las obligaciones de deuda".

Y mi hija me miraba.
(Risas)
"______2______" dijo, "se están suicidando los accionistas".

Y mi hija abrió los ojos grandes y yo también.

Obviamente me asusté porque estaba pasando algo grave.

Y entonces Nina, mi hija, que siempre me preguntaba qué es el tsunami, qué es el avión que se cayó y era fácil de explicar lo del tsunami: es el epicentro _______3_____ que después se mueren los filipinos, es simple.
(Risas)

Me preguntó: "¿Qué es esto que pasó ahora, papá, es grave?"

Y yo me di cuenta de que no tenía la menor idea  de cómo explicarle a un chico qué cosa era eso. Un terremoto se explica fácil, pero ¿cómo le explican a un nene  el colapso del sistema financiero? No se lo podés (аргентинская форма для puedes) explicar porque es intangible, más que nada.

Pero como soy "cabeza dura" y ______4_______, me propuse hacerlo, así que escribí un cuento infantil.

Y al día siguiente, cuando estábamos mirando de vuelta el noticiero y me volvió a preguntar, le conté una historia que quiero compartir con Uds.

Le dije a la niña ese día que había una vez un pueblo muy tranquilo y que había un muchacho que se llamaba Pepe, el protagonista, que vivía en la casa más alejada del pueblo.
Una tarde, Pepe salió a caminar y le agarró sed. Cuando volvió a su casa, abrió una botella de vino y, mientras tomaba el vino, descubrió una cosa que nadie había descubierto nunca: _____5_______. No había ni un bar.

Pepe pensó que si habría (распространенная в разговорном ошибка. Должно быть hubiera) un bar, podría hacer felices a otros, dándoles de tomar, y además también pensó que podía ganar alguna moneda. Y se puso contento con la idea de abrir un bar.

Esa tarde, su amigo, Moncho, pasó por la casa de Pepe y le dio un buen nombre para el bar. Y ya se sabe que cuando una idea trasnochada tiene un nombre, ya empieza a caminar esa idea. Entonces Pepe hizo una lista de necesidades para abrir el primer bar del pueblo.

Nina me miraba con los ojos abiertos, _______6________.

Pepe se dio cuenta de que había que comprar mesas, sillas, copas, pintura, un palenque para que los clientes del bar pusieran sus caballos y pudieran entrar a tomar. Y sacó las cuentas y todo eso le iba a costar unas 10 000 monedas.

Por supuesto, Pepe no tenía 10 000 monedas porque era pobre, pero durante la noche se le ocurrió una manera de conseguir esas 10 000 monedas. Pepe recortó 1000 papelitos y escribió en cada papelito la frase: "Próximamente, Bar de Pepe"; _____7______.

Y el domingo, después de misa, se fue a la plaza del pueblo vestido con su mejor traje y le dijo a todos los vecinos en la plaza:
"Queridos vecinos, voy a abrir un bar en las afueras del pueblo".

Todo el mundo lo miró. "¡Qué buena idea!" dijeron algunos. Pepe se sintió muy bien con la atención de todos y entonces mostró, en abanico, los 1000 papelitos recortados y dijo: --"esto es importante, Nina" le dije yo-- Dijo Pepe:
"Cada uno de estos 1000 papelitos cuesta 10 monedas".

Los vecinos lo miraban.
"_______8______ va a tener que guardarlo porque dentro de un mes, cuando yo abra mi bar, voy a pagar 12 monedas por cada papelito que Uds. me devuelvan". Entonces hubo susurros en toda la plaza y Moncho, que era el tonto del pueblo, preguntó:

"¡Pará (аргентинская форма для para), Pepe! Pero ¿no cuesta 10 monedas cada papelito? ¿Por qué vas a regalar después dos monedas más?"

Y Pepe dijo: "No es regalar, Mocho, es compensar. Voy a compensar con dos monedas más a los que me ayuden a cumplir mi sueño, que es abrir un bar".

Entonces el alcalde, que estaba por ahí, se acercó y dijo:
"¡Tiene sentido! Tiene mucho sentido. ¡Muy bien, Pepe!"

Y Ernesto, que era rico y entendía de negocios, dijo:
"A mí, la idea me parece muy bien".

Y el cura Ricardo,______9_______de abajo de su sotana, dijo:
"¡Es una idea muy cristiana! Yo quiero algunos de tus papelitos".

Y todos empezaron a comprar papelitos de Pepe.

De esa manera tan simple, y en una sola mañana, Pepe consiguió la plata para abrir su bar. Entre todos los vecinos le compraron los 1000 papelitos.

"Yo le compré dos" dijo Sabino que era pobre, pero optimista.

"Yo le compré 36" gritaba Quique que era codicioso y altanero.

Pepe se fue a su casa con 10 000 monedas en la mochila y se durmió pensando en su sueño: abrir un bar.

Al día siguiente era lunes y Pepe viajó a la ciudad y compró madera para construir un mostrador y compró pintura, volvió a su casa y se puso a trabajar.

No pasó por la plaza del pueblo en las siguientes cuatro semanas. Es decir, le dije a Nina, Pepe no se enteró del desastre que se iba a armar por culpa de sus papelitos.
En ese momento del cuento yo frené y me quedé mirando a mi hija para ver si estaba entendiendo la historia.

Siempre hay que "testear" las metáforas con los chicos, sobre todo cuando son ideas complejas, y ella me dijo: "Papá, esto _______10________ con lo que dijo el señor pelado de la 'tele', pero está bueno, seguí (аргентинская форма для sigue)".
(Risas)

Entonces le conté. Le conté lo que pasó en el pueblo durante la primera semana. Ese lunes, la plaza estaba llena de gente, mucho más que en un lunes normal. Muchos vecinos habían pasado la noche entera recortando sus propios papelitos porque también, habían descubierto, tenían proyectos que no podían cumplir por falta de monedas.

Unos papelitos decían:
"En breve, Heladería de Horacio".

Otros papelitos decían: "Muy pronto, Peluquería de Carmen".

E incluso había unos _______11_______ con faltas de ortografía, que decían:
"A fin de mes, aré biajes a la Luna".
(Risas)

De pronto, los vecinos se subían a las farolas de la plaza para que los otros vecinos pudieran comprar esos papelitos. Se trepaban a la fuente para intercambiar papelitos por monedas. El martes fue todavía peor y el miércoles ya no se podía caminar por la plaza del "quilombo" que había.

El alcalde tuvo que poner orden y habilitó un lugar cerrado en la municipalidad para que los vecinos pudieran reunirse a intercambiar papelitos sin destrozar la plaza.

Este pequeño local se inauguró el jueves y fue bautizado con el nombre de "el salón de los papelitos".

Y así fue que el viernes, todos los que tenían un proyecto ya_______12_______ para llevarlo a cabo y se habían puesto a trabajar. Horacio ya buscaba leche,
crema, hielo para su heladería, Pepe ya estaba serruchando la madera para el mostrador del bar.

Carmen afilaba las tijeras para su flamante peluquería y Moncho había comprado dos caballos flacos para hacer viajes a la Luna.
(Risas)

Solamente quedaba en el salón de los papelitos un grupo de vecinos a los que nunca en la vida se les había ocurrido ningún proyecto interesante. Lo único que tenían estos vecinos eran papelitos de otra gente. Uno de estos vecinos, Ramón, se quejó en voz alta:
"¡Caramba!" dijo.

"Ahora necesito monedas para comprar cigarros y no tengo.

Hace unos días, cambié mis últimas 10 monedas_________13________".

"A mí me pasa lo mismo" dijo Luis,
"Quiero ir al cine, no tengo una moneda".

Las quejas fueron cada vez mayores hasta que Sabino, que era astuto, levantó su papelito y dijo:
"A ver, muchachos, dentro de tres semanas, Pepe le va a pagar 12 monedas al que le devuelva este papelito que yo compré a 10.

¡Vendo mi papelito ahora mismo por ocho monedas!"

Y los otros lo miraron, dijeron "¡Oh!"

"Trato hecho" dijo Ernesto que era rico, pero quería ser todavía más rico y le sacó de las manos, por ocho monedas, el papelito. Ramón y Luis también vendieron sus papelitos por menos de 10 monedas y, mientras uno corría a comprar cigarros y el otro se iba al cine, los demás vecinos vieron que aquella era una nueva forma de hacer negocios, ______14_______ se les hubiera ocurrido una idea de verdad. Algunos se subieron a las sillas, otros a las mesas.

Empezaron a ofrecer lo que tenían e incluso el cura Ricardo llegó de la iglesia triste y dijo:
"Amigos, el día que Moncho puso a la venta sus papelitos, yo, que soy cristiano, le compré unos cuantos porque es tonto. Ahora Moncho los vende a 7 monedas y dice que va a devolver 20 monedas, pero es tonto y quiere hacer viajes a la Luna. Yo ahora necesito monedas para arreglar el campanario y nadie me quiere comprar los papelitos de Moncho".
"Lo siento, Padre Ricardo" dijeron todos, "no podemos comprar.

¿Cómo va a ir a la Luna ese muchacho?" Entonces el cura se fue del salón con los papelitos de Moncho, cabizbajo, y fue la primera vez en muchos años que nadie lo estaba ayudando a reparar la iglesia. Y así pasó la primera semana.

Entonces la miré a Nina, que me dijo:
"Ahora me parece que empieza a parecerse a lo que dijo el pelado de la tele".

Y yo le digo "¡Claro! En el mundo real el salón de los papelitos se llama 'la bolsa de valores', mientras que los papelitos _______15______. Se pueden llamar 'bonos', en algunos países, en otros países se llaman 'obligaciones'. Las 12 monedas que va a pagar Pepe cuando el bar funcione, o las 20 monedas que dice Moncho que va a pagar cuando haga viajes a la Luna, se llaman 'valor nominal del bono'". Y Nina me miró así.
(Risas)

Abrió los ojos grandes porque entendía la chica, ochos años. Entonces le conté lo que pasó la segunda semana en el pueblo. Le conté que la casa de Pepe ya no parecía una casa, la casa de Pepe parecía otra cosa. En el comedor había una barra de madera, el baño se había convertido en dos baños, uno para damas, otro para caballeros. Las paredes estaban a medio pintar de azul marino y Pepe estaba contentísimo con los progresos de su bar.

Como todavía no había ido al pueblo, Pepe, él seguía sin saber que la vida de sus vecinos era un "quilombo" de papelitos que iban y venían cambiando de precio y de dueño. Incluso el alcalde,_____16_______, decidió sumarse a la nueva moda.

Una mañana de martes, el alcalde salió al balcón con megáfono y dijo:
"Vecinos, la plaza quedó estropeada después del furor de los papelitos.

Necesito recaudar fondos para arreglar los destrozos de las farolas, para renovar la fuente y para comprarme un coche a motor.
Desde este momento, pongo a la venta 1000 papelitos oficiales".

"¿Cuántas monedas cuestan?" preguntó Sabino.
"¡Nada de monedas!" Dijo el alcalde,
"mis papelitos cuestan un caballo.

Cuando la fuente eche agua, cuando las farolas vuelvan a dar luz y yo tenga un coche a motor, voy a devolver dos caballos por papelito. Los papelitos oficiales están a la venta desde ahora, corran que se acaban".

Los papelitos del alcalde se vendieron en tiempo récord. Todos en el pueblo entregaron sus caballos al alcalde y, desde ese día, las tareas se empezaron a hacer a pie.
Mientras tanto, el intercambio de papelitos siguió en aumento y ya no alcanzaban los lápices para anotar quién era dueño de qué.

_________17_________, por ejemplo, los de Pepe que trabajaba día y noche en la concreción de su bar, pero a otros papelitos no los quería nadie, por ejemplo, los de Moncho
porque su artefacto para hacer viajes a la Luna, por el momento, solamente constaba de dos caballos y un carro. Nadie creía que eso empezara a levantar vuelo. Ernesto, el vecino rico que había comprado muchos papelitos durante la primera semana, ahora se quería sacar de encima los papelitos de Moncho. Y, como también tenía papelitos de Pepe, inventó algo buenísimo a lo que bautizó: "los fajos de Ernesto". Eran paquetes cerrados con 100 papelitos de todos colores. Por ejemplo, había 10 papelitos del bar de Pepe arriba, 20 papelitos de la heladería de Horacio al medio y 70 papelitos del proyecto lunar de Moncho abajo, sin que nadie los viera.

El jueves de la segunda semana, los fajos de Ernesto tuvieron un gran éxito entre los vecinos que buscaban como locos papelitos de Pepe o del alcalde, pero el viernes, Quique _________18______:
"¡Cuidado, vecinos, cuidado!

Los fajos de Ernesto a veces vienen con papelitos de Pepe o del alcalde en la parte de arriba y eso está bien, pero al fondo del paquete hay muchos papelitos de Moncho que nunca en la puta vida va a hacer ningún viaje a la Luna. Así que antes de comprar fajos de Ernesto busquen mi consejo. Mi tarifa por cada consejo es dos monedas".
(Risas)

Desde entonces, los compradores de papelitos consultaron siempre a Quique antes de comprarle fajos a Ernesto. Ernesto y Quique, que habían sido amigos durante muchos años, dejaron de hablarse para siempre. Y así pasó la segunda semana. A esa altura, Nina ya era casi una experta en todo este asunto. Yo le expliqué que en el mundo real los papelitos oficiales del alcalde se llaman "títulos de deuda pública". Le expliqué que los fajos de Ernesto reciben el nombre de "obligaciones de deuda", mientras que la casa de Quique, el lugar a donde van los vecinos para saber si confían o no en los fajos de Ernesto, se llama "banca de inversión".

Entonces le conté a Nina que, ________________19_________, algunos proyectos ya estaban casi terminados y, en cambio, otros seguían en pañales. A Pepe solamente le faltaba clavar el palenque para que los caballos de los vecinos pastaran fuera del bar.

Horacio había conseguido batir leche y frutas para su heladería y nomás le quedaba traer barras de hielo desde la ciudad. En cambio, Carmen todavía no había encontrado un buen local para instalar su peluquería, aunque ya tenía docenas de tijeras afiladas. Y, ¿qué decir de Moncho? Pobre Moncho. Sus caballos estaban cada vez más flacos y tristes, aunque los cepillaba día y noche, y no parecía que su artefacto pudiera volar en menos de una semana. Los vecinos que tenían papelitos de Moncho o de Carmen estaban inquietos y ya no podían vendérselos a nadie. Hasta que apareció Quique con una gran idea.

"¡Oigan!" dijo Quique.
"Los que todavía tengan papelitos de Moncho, no se preocupen.

Yo les puedo vender "tranquilidad de Quique" para esos papelitos.
"¿Y eso qué es?", preguntó Sabino que tenía muchos papelitos de Moncho.
"Muy fácil", dijo Quique.

"El que tenga papelitos de Moncho me paga dos monedas cada noche de acá a fin de mes y si Moncho no consigue hacer viajes a la Luna, yo pago las 20 monedas prometidas por Moncho".
"¿Aunque Moncho fracase?" preguntaron todos.
"¡Aunque fracase!", dijo Quique.

"¡Tremenda idea!", dijo Sabino,
"así vamos a sentir mucha más tranquilidad y podremos comprar más papelitos del tonto del pueblo".

"Por eso mi idea se llama 'tranquilidad de Quique'", dijo Quique. Y___________20_________ a Quique dos monedas por noche para asegurar el proyecto de Moncho. En el medio de la euforia por estas nuevas ideas, nadie en el pueblo notó que el alcalde nunca había arreglado las farolas ni la fuente de la plaza.

El alcalde había cumplido con una parte solamente de la promesa: había escapado del pueblo con un coche a motor. Era todo lo que había hecho. Y los únicos caballos que quedaban en el pueblo eran los de Moncho. Todos los demás se los había llevado el alcalde. El secretario, que había sido mano derecha del alcalde y conocía la estafa desde el principio, decidió hacer algo para que nadie descubra la ausencia de su jefe. Y su idea fue estupenda.

Trajo al salón de los papelitos una pizarra y empezó a ponerle nota, del uno al diez, a cada proyecto.Al bar de Pepe le puso un ocho, a la peluquería de Carmen le puso un cinco, a la heladería de Horacio, un siete. Al vehículo para hacer viajes a la Luna de Moncho le puso un dos y, haciéndose el distraído, a las reformas de la plaza del alcalde _____________21___________.
"¿Qué significan estos números?", preguntó Sabino.

Y el secretario dijo:
"Son las posibilidades de concreción de cada proyecto.

Es para ayudar, yo lo hago por Uds."
Y así pasó la tercera semana.

En este punto, yo le expliqué a Nina que en el mundo real, la idea de Quique de ofrecer tranquilidad sobre los papelitos de Moncho se llama "seguros de impago de deuda" y la gran pizarra donde el secretario le pone una nota a cada proyecto, en el mundo real, se llama "agencias de calificación", que a veces se equivocan sin querer y a veces se equivocan queriendo.
Entonces Nina me preguntó__________22_________ porque ya estábamos en la cuarta semana y le conté el final de la historia.

El final de la historia dice así: Cuando llegó la cuarta semana y se cumplió el mes, Pepe se levantó muy temprano y caminó tranquilo hasta el pueblo.
De lejos, se vio la fachada de su bar con el cartel luminoso a todo trapo. El bar se llamaba "La Luna", como lo había bautizado Moncho el primer día. Ahora solamente faltaba que llegaran los vecinos a caballo, con las gargantas muertas de sed. Pepe recorrió las cinco leguas hasta el pueblo poniendo carteles en todos los árboles del camino:
"Bar La Luna, abierto todas las noches".

Cada cartel que ponía, se iba lejos y se quedaba orgulloso mirando el cartel. Sin embargo, cuando llegó a la plaza del pueblo, no entendió nada de lo que estaba pasando. Pensó que se había equivocado de camino y estaba en un pueblo diferente. Parecía que por ese pueblo hubiera pasado la guerra. Las farolas y la fuente de la plaza estaban destrozadas, no había un solo caballo en las calles y los vecinos caminaban en redondo hablando solos.

"¿Qué pasó acá?" le preguntó Pepe a Horacio cuando lo vio.
"¡Ay! Pepe" dijo Horacio llorando.

"Ay, Pepe. Todo el mundo enloqueció con los papelitos, con los míos, con los de Carmen, con los tuyos, con todos. De repente, empezó a haber más papelitos ____________23_________. Después ya no hubo monedas. Más tarde desaparecieron los caballos. Los vendedores de fajos de Ernesto quebraron. Los revendedores de tranquilidad de Quique no pudieron pagarle a nadie y se escaparon a la noche. Estamos en la ruina, Pepe".

"¿Y tu proyecto de helado?" preguntó Pepe.

"¿Y la peluquería de Carmen?"

"No, lo mío fue un fracaso" dijo Horacio.

"No hay caballos para ir a buscar hielo a la ciudad y el helado se derrite. Y Carmen no tiene clientes. Está todo el mundo arrancándose los pelos solo. ¿Para qué quieren peluquera?"
Pepe se quedó en silencio, no podía creer lo que le estaban contando.

Entonces Horacio dijo: "¡Ay, por Dios! Necesito algo fuerte".

Y Luis dijo: "Yo también, tengo la garganta seca".

Y Sabino preguntó: "Pepe, ¿abriste o no el bar que querías abrir?"

Y otros ____________24____________. Pepe descubrió entonces que, sin caballo, nadie iba a poder ir nunca a su bar en las afueras del pueblo y entendió también que jamás podría devolver las 10 000 monedas a nadie. Y entonces vio en el medio de la plaza a Moncho. Los dos caballos flacos de Moncho eran los únicos animales que quedaban y arrastraban tres carros, con dos ruedas cada uno, en forma de tren. A esos carros se iban subiendo muchos vecinos y otros hacían una fila larga, esperando para subir.

"¡Moncho!" preguntó Pepe, "¿a dónde va toda esta gente?"

Y Moncho dijo: "¿A dónde va a ser?

¡A tu bar! A La Luna".

Pepe vio un cartel colgado en la fuente rota que decía:
"Moncho hace viajes a La Luna.

Salidas: una moneda. Regreso: gratis".

"¡Pero Moncho!" preguntó Pepe,

"¿vos sabías que todos se iban a quedar sin caballo?"

"No" dijo Moncho, "___________25___________:

Yo lo que sé es que la gente puede ir a un bar a caballo, pero nadie puede volver borracho y montando un caballo".

"Y como yo no tomo, pensé que mi negocio podría ser llevarlos y traerlos de La Luna".

Entonces Pepe abrazó a Moncho, se subió al primer carro y gritó:

"¡Vamos todos a La Luna! Bebidas gratis la primera noche", y todo el pueblo subió y aplaudió.

Nina, incluso, aplaudió contenta el final de la historia.

Y entonces yo le dije a mi hija que____________26___________las historias de los Pepes que intentan abrir bares, o las historias de los Monchos que quieren hacer viajes a la Luna y nadie los entiende, son casi siempre proyectos que no suelen tener final feliz como en los cuentos infantiles. Porque en el medio aparecen Quiques, aparecen alcaldes, aparecen Ernestos y secretarios y lo echan siempre todo a perder. Pero cuando alguno de estos proyectos sí funciona, le dije a mi hija para terminar, cuando estos proyectos funcionan, cuando algo mágico pasa y funcionan, se llaman "sueños" y _________27_______. (Aplausos)

Muchas gracias.

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